Cultura gastó millones en regalos y fiestas durante la era Calderón-Peña
El sector cultural ha convertido en tradición anual las quejas por los recortes constantes a su presupuesto. Desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder, parece ser que no hay interés del gobierno federal para impulsar la revitalización de la cultura en México. Esto sucedió durante cada año del priista en el poder y a la llegada de López Obrador al gobierno mexicano se repitieron los recortes tradicionales.
La nueva secretaria de cultura incluso declaró públicamente que con lo asignado para este 2019 basta. López Obrador y Alejandra Fraustro declararon que serán suficientes los más de 12 mil millones asignados a las actividades, sectores y dependencias culturales en México, esto porque no se derrocharán recursos como en el pasado, gracias al plan de austeridad republicano. Estos excesos han quedado claros y sí, el sector cultural gastó bastante dinero en fiestas, regalos, eventos, flores, entre otras.
Una revisión a profundidad por parte del periódico El Universal deja ver cómo se usaron los millones de pesos que debieron apoyar proyectos culturales en la era Peña Nieto. En instituciones como Bellas Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se usaron al menos 214 millones de pesos para fiestas, regalos y estímulos a funcionarios como gasolina, renta de autos, vales, renta de inmuebles y mucho más.
Los excesos que se hacían dentro de la secretaría de cultura van desde contratos para surtir botellas de agua por 600 mil pesos anuales con la empresa e-pura, hasta los 30 millones de pesos que se han usado para dotar de vehículos de lujo a “altos funcionarios” de la élite cultural federal. Estos excesos, asegura Fraustro, serán cortados de tajo en este nuevo sexenio, por lo que resultará cómodo el presupuesto asignado para este 2019 al sector cultural.
Además de estos gastos poco necesarios para la promoción de la cultura en el país, también se ha mencionado que buena parte de los recursos iban a parar directo en las cúpulas sindicales. Desde ahí, se repartieron a manera de eventos, renta de inmuebles, regalos para trabajadores, fiestas enormes para el día de las madres, preposadas, rifas y estímulos por antigüedad. Un ejemplo, en el 2016 se usaron 15 millones de pesos tan solo para fiestas dentro de Bellas Artes.
Pero los excesos en el derroche de recursos culturales no son exclusivos del sexenio de Peña Nieto. En el gobierno de Felipe Calderón también se han detectado derroche de recursos federales en el área cultural. Se sabe de una comida para maestros en 2011 que costó más de medio millón de pesos, una fiesta del día del padre valorada en 176 mil pesos y un evento para el día de las madres que rebasa los 800 mil pesos en pocas horas. Con esos recursos, dice Fraustro, se puede “dar atención a la conservación y manejo de la zona arqueológica de Tula”.
Además de las fiestas, en estas dependencias del sector cultural y sus sindicatos también se han inyectado recursos millonarios para la compra de gasolina. El 2016, el INBA, INAH y la propia secretaría de cultura, a cargo entonces de Rafael Tovar y de Teresa, usaron 33 millones del presupuesto federal para pagar el combustible de los autos de sus dirigentes y cercanos. Esto sin contar la renta de autos privados para funcionarios internos.
Mira toda la información en esta nota de El Universal.