Este es el plan de AMLO que pretende ayudar a los migrantes centroamericanos
Con 200 mil migrantes transitando por año a largo y ancho del País, solucionar el problema migratorio es una de las prioridades del nuevo Gobierno encabezado por López Obrador.
Por ello ha trabajado en un plan para buscar una salida a los migrantes que abandonan sus países, junto a Guatemala, El Salvador y Honduras que, de la mano de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), presentaron el lunes en la cumbre migratoria de Marrakech.
Ante la insostenible situación de Centroamérica, México pretende erigirse en garante de sus vecinos para lograr los recursos necesarios.
Los planes migratorios de México
México pretende flexibilizar las condiciones de los centroamericanos para obtener un visado y poder permanecer legalmente el país, que, considerando su tamaño, con casi 130 millones de habitantes y un millón de migrantes frente a los más de 4 millones que, por ejemplo, tiene Alemania con una población de 82 millones de habitantes, permite sin grandes sacrificios incorporar al mercado de trabajo no solo a los migrantes que ya se encuentran en el País, sino a los que están por llegar.
Con esa flexibilidad para dar visas, el Gobierno mexicano calcula que la migración crecerá entre un 10% y un 15%. El plan de regularización permitiría a todos ellos acceder a los programas de salud a educación pública y proyectos sociales.
Otro punto importante en la política migratoria mexicana tiene que ver con la puesta en marcha de varios megaproyectos de obras públicas que se realizarán en el sureste del País, como la construcción de la refinería de Dos bocas, en Tabasco, cuyas obras comenzaron el pasado domingo; después el tren Maya, el tren del istmo y los planes de reforestación en Chiapas.
En cada una de esas obras, según los datos que maneja la Cancillería, se emplearían a unos 10 mil trabajadores y, al menos la mitad, serían centroamericanos.
Aunque se plantea una cooperación de corte público, a la par también se plantea un vínculo de cooperación con el sector privado, que todavía está por definirse, pero que constaría desde la remodelación de quirófanos en Honduras, la formación de personal de Protección Civil en El Salvador o la construcción de un gaseoducto que ayude a bajar el precio de la energía en la región.
En paralelo se producirá el desembarco de algunas de las empresas más potentes de México como Cemex, Femsa, Telmex o Elektra, quien participa en el diseño del plan.
El plan de ayuda a la migrción, según el presidente López Obrador, debe de arrancar a finales del próximo enero.
Todo depende de Estados Unidos
Aunque la intención del nuevo Gobierno mexicano y de los actuales gobiernos centroamericanos es llevar a buen puerto un plan conjunto para ayudar a los migrantes, las buenas intenciones se desvanecerían si Estados Unidos no se involucra con inversiones de manera directa en los países centroamericanos
Por lo que dentro del círculo íntimo de López Obrador la palabra más utilizada respecto a la postura estadounidense en la de escepticismo.
Para convencer a un renuente Gobierno norteamericano, México trabaja con un informe redactado conjuntamente con CEPAL, en el que, entre otras cosas, recoge las aportaciones de la migración.
“Los inmigrantes tienen ocupaciones diferentes: construcción y agricultura y los flujos migratorios tienen poco impacto en los niveles salariales de los trabajadores domésticos. Según este informe, de permitir un mayor flujo migratorio, Estados Unidos crecería al 0.33% más al año frente al 0.27% en caso de una mayor restricción”.
Por lo que el desafío pasa por convencer al vecino del Norte de las bondades de un mejor trato a los migrantes.