Van 295 policías asesinados durante el sexenio de Peña Nieto
Que un policía muera mientra trabaja es una alarma escandalosa sobre la realidad social de su país. En México, la cantidad de oficiales atacados, heridos, secuestrados y asesinados ha ido en aumento desde que se iniciara la guerra contra el narcotráfico en tiempos de Felipe Calderón. Después de la decadente estrategia bélica del panista, el presidente Enrique Peña Nieto decidió no solamente continuar con la lucha armada, también decidió impulsarla.
Como consecuencia, el país ha vivido un tremendo clima de violencia e inseguridad durante doce años. En el periodo de Enrique Peña, han sido asesinados casi 300 agentes de la procuraduría general y la policía federal. El dato deja ver la crisis de pacificación en el país por medio de la acción bélica y las declaraciones de policías y militares muestran que están cansados de tanta guerra. Los grupos criminales han adquirido un poder enorme y se sabe de al menos 18 policías desaparecidos en México.
Las cifras de personas que han sido asesinadas derivadas de la violencia en el país ya rebasan el cuarto de millón. Pero pocas veces se mira del otro lado, los policías que se dedican a combatir a los criminales también terminan lesionados, atacados, secuestrados o asesinados durante su trabajo. Detrás de cada oficial muerto hay una familia que exige justicia ante un ambiente de violencia que no para de arrojar víctimas.
Los registros que ha dado a conocer la PGR muestran que la mitad de los uniformados fueron asesinados por ataque con arma de fuego. Pero el dato desgarrador continúa al saber que el resto de elementos asesinados perdieron la vida por golpes, quemaduras o ahogamiento, es decir, algunos de ellos posiblemente fueron torturados. Con esto se alcanza a percibir que el horror de los grupos criminales no solamente afecta a la sociedad civil, también a los elementos de seguridad que están armados y cuentan con entrenamiento para enfrentarlos.
En redes sociales es fácil encontrar videos que los civiles armados suben para demostrar su poder. En ellos se pueden ver a policías federales, estatales o municipales asesinados junto a sus vehículos. Esta realidad puede verse en enfrentamientos de los uniformados con narcotraficantes, bandas delictivas o huachicoleros. Un video en particular dejó ver hace unos meses cómo un ladrón de combustible dispara por la espalda a un soldado mexicano. Este último cae muerto.
Los datos reportan que se duplicó el número de policías muertos a partir del 2016, justo cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto consolidó sus estrategias de seguridad en contra de los grupos criminales. Esto a pesar de las alertas de organismos internacionales por la cantidad de muertos que se han generado en los últimos años de la guerra contra el narcotráfico. El caos llegó al punto de que el 2017 fue el año más violento en la historia reciente de México, con más de 26 mil personas asesinadas. En 2018 han muerto 13 policías.
Del total de decesos, se sabe que solamente cinco policías perdieron la vida por accidentes. Uno en un desastre aéreo, dos más en un choque vehicular y dos más por atropellamiento. Lo cierto es que hay 18 familias que aún buscan a sus familiares desaparecidos que fueron vistos por última vez en activo como policías mexicanos.