AMLO insiste en no usar avión presidencial, pese a retrasos en vuelos comerciales
La noche del miércoles pasado, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador estuvo varado en el Aeropuerto de Internacional de Bahías Huatulco, Oaxaca durante cinco horas, donde pese al retraso en el vuelo comercial, insistió en que no iba a usar el avión presidencial.
López Obrador visitó la ciudad oaxaqueña, como parte de su gira de agradecimiento, y a su regreso, debió permanecer en el aeropuerto, ya que las condiciones climáticas no eran favorables para el despegue.
El problema de los vuelos comerciales
Ante este hecho, los reporteros de la fuente aprovecharon para cuestionarlo sobre el tema del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y si el retraso no era producto del tráfico aéreo.
En respuesta, López Obrador aseguró que el pueblo tiene que decidir, porque “este tipo de retrasos ocurre hasta en los países de primer mundo como Europa, no sólo en México”, apuntó.
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Tras dejar su asiento en la aeronave de VivaAerobus, para estirar los pies, el futuro mandatario dijo que la consulta definirá el tipo de aeropuerto que se tendrá, ya que, si se continuara con el proyecto en Texcoco, se terminaría hasta 2024 por lo que tampoco le tocaría liberarse del tráfico aéreo.
Ya en la cafetería, López Obrador recordó las travesías y distancias que tuvieron que recorrer a caballo algunos héroes nacionales como Miguel Hidalgo, Benito Juárez y los caudillos revolucionarios.
Respecto al tema de la incomunicación, comentó que era falso, pues estuvo enviando mensajes dentro del avión, “antes se usaban telégrafos y ahora varios de los reporteros estaban transmitiendo en vivo”, expresó. “Imagínense ellos, el sufrimiento. Nosotros estamos aquí, tomando agua, ¿Cree que tendría otro trato si fuera un avión presidencial? Sí, pero me sentiría muy mal. Me daría pena, se me caería la cara de vergüenza, subirme a un avión lujoso, en un país con tanta pobreza”, explicó.
Adiós al lujoso avión presidencial
Luego se refirió a los reporteros que lo acompañaban: “Ustedes muy solidarios, algunos lo resienten porque antes los trasladaban en aviones privados, comían bien; ya se van a ir acostumbrando, ya cambiaron los tiempos”, comentó el presidente electo.
“Entonces, nada de fantocherías, se acabó ya el que haya políticos fanfarrones, prepotentes, fantoches”, agregó respecto a la humildad en el poder.
Sobre la incomodidad del viaje, indicó que la mayoría de los habitantes de Oaxaca, no se han subido a un avión y no se quejan, refiriéndose a la pobreza y abandono en el que viven.
“Ya soy un fresa, soy un fifí, déjenme ya”, bromeó mientras se dirigía a la cafetería del aeropuerto, antes de esperar su nueva salida, misma que sucedió a las 22:00 horas, cuando originalmente estaba planeada para suceder a las 17:20 horas.
