El nuevo Aeropuerto llevará a la destrucción del paisaje milenario de Teotihuacán
La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) podría destruir de forma significativa el significado y el paisaje de la antigua ciudad de Teotihuacán, informa Rafael de Antuñano, antropólogo social y arqueólogo consultado por el diario el País.
Y es que, aunque la obra y proyecto original del NAICM deja intacta a la zona arqueológica, la proliferación de minas a cielo abierto que ha sucedido a raíz del nuevo proyecto por la demanda de materiales, está acabando con la vida de los cerros que circundan el área. Esos cerros no son sólo formaciones de la tierra: en la visión de los antiguos teotihuacanos, los cerros eran entes vivientes con una importancia igual a la de la pirámide.
De modo que el recorte de los cerros por las rutas aéreas, o la dinamitación excesiva de los mismos, en la búsqueda de materias primas para el proyecto, está acabando con el paisaje del sitio, pero también con su significado.
El oscuro legado del nuevo aeropuerto: El nuevo aeródromo de la Ciudad de México, la mayor obra de infraestructura de la historia reciente del país, está dejando un oscuro legado ambiental pese a haberse promocionado como el más sustentable del planeta https://t.co/RrsbXFiGv6 pic.twitter.com/jlcSmfFGRN
— EL INFORMADOR™ (@INFORMADOR_RD) August 13, 2018
Antuñano explica: “la relación de los teotihuacanos con el paisaje que los rodeaba era tal, que construyeron la Pirámide del Sol de tal manera que empatara con el perfil del cerro Patlachique, con el propósito de reforzar la idea de que los dos son una sola entidad. Los antiguos teotihuacanos pusieron un empeño brutal en ello”.
En antropólogo subraya que la zona arqueológica está intrínsecamente ligada con su entorno natural desde hace 2000 años, y la destrucción que están ocasionando las minas no sólo es estética, sino histórica y cultural: “los cerros que rodean al centro ceremonial antiguo forman una parte integral de su significado, no hay motivo para destruir este paisaje”.
El especialista insiste: “el significado de las pirámides en realidad tiene que ver con las montañas; una pirámide era en realidad un cerro hecho a mano: una entidad viviente, hueca, llena de agua y semillas, y emula la idea que se tiene de los cerros: que son entes vivientes que proveen de agua y semillas. Para los antiguos el cerro era una entidad sagrada, proveedora de agua y semillas, y por ello les hacían ofrendas, para que no faltara la lluvia ni una buena cosecha”.
Para Antuñano, destruir un paisaje milenario en México, uno de los más importantes, por una obra como el aeropuerto es injustificable: “decir que no hay daño alguno por las minas es simple y burda ignorancia”, dice.
La construcción del proyecto ha probado ser una de las decisiones más infames de la presente administración, y aunque el gobierno entrante ha dicho sus intenciones de cancelarlo, o trasladarlo a otra locación, de hecho, fue una de sus grandes cartas en tiempos electorales, no hay una resolución definitiva.
El 25 de julio pasado, organizaciones indígenas y de colonos del lago de Texcoco se pronunciaron totalmente en contra del proyecto, argumentando que llevarlo a cabo significaría en ecocidio, un etnocidio y una devastación cultural sin precedentes, argumentando en un pliego petitorio cómo la construcción podría traer desastres naturales, sismos y cambiaría el clima.
LOS PUEBLOS, MOVIMIENTOS, ORGANIZACIONES Y CIUDADANOS DE LA CUENCA DEL VALLE DE MÉXICO EXIGIMOS LA CANCELACIÓN INMEDIATA DEL NUEVO AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MÉXICO (NAIM) https://t.co/X3DezkaOIp pic.twitter.com/MKsR00MFD3
— ReporterosnMovimient (@reporterosenmov) July 20, 2018
Los Pueblos de la Cuenca del Valle de México calculan que 180 cerros de la región morirán, debido a los proyectos extractivos de basalto y tezontle que se han instalado alrededor de ellos; “la obra, comprende la instalación de una capa de 12 metros de espesor de tezontle, y ha requerido 64 millones de metros cúbicos de ese material”.
Otras afectaciones sustanciales están en el antiguo Lago Nabor Carrillo, que se pretende convertir en una represa que pueda secarse y volverse a llenar de agua a voluntad, lo que significaría la muerte de miles de aves migratorias que tienen a ese lago como uno de sus principales focos de concentración.