Los socavones develaron que en México la gente necesita mejores seguros
Cuando una familia o empresa deciden asegurar su patrimonio, no consideran realmente la cantidad de daños a la que están propensos. En un país como México, lleno de constantes peligros ambientales y desastres naturales, no solamente se deben proteger en contra de robos o incendios, los bienes patrimoniales merecen mayor atención para la tranquilidad de sus dueños.
Un ejemplo claro del peligro al que se expone un mexicano cada día son los recientes socavones. Estos hoyos que se abren en la tierra están generando grandes pérdidas, no sólo materiales, también humanas. El escándalo sobre este tema escaló a los medios nacionales gracias a que en Cuernavaca un socavón devoró un auto familiar y dos personas que se encontraban dentro perdieron la vida.
El tema también resaltó la necesidad de seguros de vida eficientes para afrontar este tipo de tragedias. Algunos incluyen, en su apartado de cobertura de daños por desastres naturales, asesoría legal para reparar el daño. Pero realmente en México no existe aún una compañía de seguros que toque el tema concretamente.
Un ejemplo de lo eficiente que puede llegar a ser un seguro bien adaptado a las necesidades de cada cliente, y no basado en modelos de servicios, como se opera normalmente en este país, es el caso del socavón que se abrió dentro del Museo Nacional del Corvette, en Kentucky, Estados Unidos.
En este caso, la tierra se abrió y dentro quedaron ocho vehículos de colección pertenecientes al museo. El director de este sitio de exhibición de automotores clásicos aseguró que el desastre hubiera sido catastrófico desde todos los ángulos si no hubieran contado con un seguro de vida adaptado a las especificaciones del cliente. Es decir, si en una sala de exhibición tiene millones de dólares en autos antiguos, asegurarse en caso de un socavón es altamente considerable.
Y sucedió. La empresa de seguros que contrataron logró evaluar la tragedia, retirar los autos, verificar el daño y repararlo por completo en menos de un día. El suceso llamó la atención de la prensa internacional, en principio por los alcances de la tragedia y después por la eficiencia con la que se actuó por parte de la aseguradora. Esto mismo pudo ocurrir en casos como el socavón mexicano que alertó la ineficiencia de las constructoras encargadas del proyecto.
En México, según estadísticas, no se tiene una cultura preventiva. Tan solo el 16% de los habitantes de este país cuenta con algún tipo de seguro de vida. En palabras de expertos, los seguros contra riesgos naturales representan apenas el 2.2% del producto interno bruto mexicano. Los recientes sismos y socavones han reclamado la atención de los ciudadanos para respaldarse en caso de tragedias.
Lo importante es acceder a uno y dormir más tranquilo. Además, al contratar un seguro es necesario sentarse a pensar realmente qué es lo que está por cubrir. Desde accidentes en el hogar o carreteros, pasando por robos y hurtos, hasta cobertura médica inmediata, lo ideal es estructurar un seguro que realmente cubra las necesidades de los mexicanos.
Las empresas o instituciones tampoco tienen esa cultura por protegerse. Los seguros de daños se pasan por altos al inaugurar un establecimiento, escuela, hospital, empresa o evento, entre otros. México vio realmente la falta de precaución después de los sismos recientes. Muy pocos de los edificios que sufrieron daños estaban asegurados.
Lo ideal sería preguntarse si los seguros de vida actuales cubren realmente los siniestros por los que México ha atravesado en fechas recientes. Si una persona o empresa no cuenta con uno, el consejo principal es acercarse a una aseguradora que permita planear desde cero la cobertura del seguro, ajustándose siempre a las necesidades específicas del cliente.