El PAN no encontró más aliados y tendrá que unirse al PRD para 2021
La meta clave es sacar a Morena de su amplia mayoría en el congreso mexicano. Para lograrlo, la segunda fuerza política del país ha buscado desesperadamente alianzas, pero Movimiento Ciudadano les cerró las puertas y el tiempo se agota. El PAN no encontró más aliados y tendrá que unirse al PRD para 2021, en unas elecciones claves para retomar el poder rumbo a la siguiente elección presidencial.
El perredismo, al día de hoy, es uno de los partidos más golpeados por las elecciones del 2018. Después de tener una época dorada en donde estuvieron cerca de la presidencia de México, los amarillos ahora son solamente un cúmulo de personajes de poca trayectoria que intentan salvar al sol azteca. Con personajes como Miguel Mancera, Silvano Aureoles o Graco Ramírez, se ve compleja una resurrección un partido roto por dentro.
El panismo sabe que necesita aliados y solamente el PRD ha extendido la mano. Las agendas de los azules y los amarillos son completamente distintas, lo que llevó a desencantos y molestias en la coalición que lanzó a Ricardo Anaya por la presidencia hace dos años. Pero es que nadie más se ha querido sumar al proyecto, por lo que incluso recibirían al PRI, en caso de que decida unirse para quitarle popularidad a Morena.
La idea no es crear una agenda política en común, sino sumar la mayor cantidad de votos posibles para ganar mayoría en el congreso. Esto lo revelan Marko Cortés y Fernando Belaunzarán, los altos mandos de cada partido. Sin duda habrá una alianza PAN-PRD en las elecciones del 2021, pero el problema serán los candidatos (con cada partido queriendo insertar a sus elementos). Y es que en el PRD no queda mucha gente popular.
Los panistas y perredistas saben que está en juego demasiado. Y es que para 2021 podemos hablar de las intermedias más importantes de las últimas décadas: quedarán libres 15 gubernaturas, todo el congreso, es decir, más de 21,000 cargos públicos. Morena sabe que su victoria del 2018 depende bastante de mantenerse en el poder y lanzarán todas sus apuestas por el congreso y la mayor cantidad de estados.
El PRD vio cómo se iban masivamente sus militantes, después de que Ricardo Anaya impusiera una agenda católica-neoliberal en su campaña (esto mismo se replicó con candidatos de corte conservador en la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano). Y es que el perredismo realmente de izquierda desapareció hace mucho, sobretodo con sus aplausos al Pacto por México y las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto.
Con información de Sin Embargo.
