La captura de Enrique Peña Nieto está en manos del fiscal Gertz Manero

La captura de Enrique Peña Nieto está en manos del fiscal Gertz Manero

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No es mentira reconocer que en el país existe un pacto de impunidad. Gracias a este acuerdo secreto y sólido, que para nada está escrito en la constitución, permanecen en completa libertad personajes como Luis Echeverría, Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. La impunidad absoluta de los expresidentes no se toca, pero el primer fiscal mexicano puede cambiar las cosas.

La cuarta transformación dio el gran paso de crear una fiscalía aparentemente autónoma, con lo que el presidente en turno ya no puede dictar órdenes al procurador general. Esta herramienta permite que el fiscal opere de forma independiente, mostrando avances importantes al lograr la captura de Rosario Robles y Emilio Lozoya. Todo apunta a que una correcta investigación hundirá a su jefe directo: Enrique Peña Nieto.

Pero romper el pacto de impunidad no es sencillo. Peña Nieto tiene una clara protección que podría generar solamente capturas de sus mandatarios de segundo nivel. Hoy más que nunca la justicia está detrás del mexiquense, pero resulta difícil suponer que Emilio Lozoya y Rosario van a hundir a su patrón y que este acabe detenido. Gertz Manero puede encausar las cosas para lograr una primer sentencia a un expresidente mexicano.

El trabajo del fiscal mexicano le da todas las credenciales suficientes para lograrlo. Tiene estudios como jurista, conoce a fondo el sistema penal mexicano y hoy tienen el cargo ideal, prácticamente el único capaz, para ir detrás de los altos mandos de la corrupción en México. Con la autonomía suficiente y las pruebas en la mano, la caída de Peña Nieto o cualquier otro expresidente puede ser un mero trámite. Pero, ¿será posible?

No hay mexicano vivo que haya visto cómo la justicia nacional detiene, enjuicia y condena a un expresidente. Los políticos mexicanos que caen a prisión son generalmente personajes de tercer o segundo grado, con penas mínimas o suavizadas y siempre silentes para no delatar a sus altos mandos. Pero no solo Peña Nieto, la evidencia es tan grande que Gertz podría lanzarse a la detención de Salinas, Fox o Calderón, en cualquier momento.