Gualberto Ramírez, el fiscal de Peña Nieto que torturaba detenidos
El último sexenio del PRI hundió al partido en una crisis de popularidad que parece irreparable. Ahora se sabe que la mayoría de funcionarios de alto poder en el gobierno de Enrique Peña Nieto están señalando por actos ilícitos, y es aquí en donde resuena el nombre del exfiscal antisecuestros, Gualberto Ramírez.
La fiscalía mexicana, con Gertz Manero a la cabeza, ha ordenado la captura de este personaje del peñismo que se mantuvo en el cargo incluso con la llegada de López Obrador a la presidencia. Su salida fue rápida y en silencio, presentó su renuncia hace apenas unos meses sin declarar exactamente por qué dejaba un cargo tan importante que sobrevivió a la transición PRI-Morena.
Relacionado al caso Ayotzinapa
Ahora se sabe que Gualberto es buscado por los delitos de tortura, simulación de pruebas y asociación delictuosa. Estos abusos los habría realizado durante su labor como fiscal antisecuestros, específicamente al detener a personas ligadas al caso Ayotzinapa (el caso más polémico de brutalidad policiaca y coalición gobierno-narcotráfico en el sexenio pasado).
Si bien no hay más información sobre su posible detención, se sabe que el juez facilitador para esta orden de aprehensión es el polémico Jesús Delgadillo Padierna (el mismo hombre a cargo del caso Rosario Robles). La intención es avanzar en la detención de exfuncionarios que hayan incurrido en ilícitos. Con la caída de su fiscal antisecuestros, se vienen más noches de angustia para Peña Nieto y Osorio Chong.
Cercano también a Felipe Calderón
Pero Gualberto Ramírez también estuvo ligado a la administración de Felipe Calderón. Cuando el panista vivía las primeras etapas de su guerra antidrogas, Gualberto era uno de los hombres clave en materia de secuestros en la procuraduría general. Desde ese cargo, el exfiscal presumía captura de narcotraficantes (una tendencia del gobierno panista, ahora se sabe que la mayoría de ellos están libres).
Con información de Reforma.