Alfredo Castillo, líder de un centro de espionaje contra el gobierno de AMLO
Pasaban como una empresa más en Santa Fe. Un grupo de políticos cercanos a la era Peña Nieto diseñó toda un equipo de espionaje profesional para hundirse en la privacidad de varios altos mandos del gobierno mexicano. Esta información ha sido confirmada por el gobierno de México y dentro de los responsables están un primo de Antonio Meade y el excomisionado Alfredo Castillo.
Después de intentar pacificar a Michoacán (bajo fuertes acusaciones de abuso de poder), Alfredo Castillo aparece hoy en la prensa nacional como el líder de un grupo de espionaje en contra de Morena. Además, se sabe de la participación de Alberto Bazbaz, quien comandara la inteligencia financiera, y de Walter Meade, un personaje secundario que apoyaría al proyecto.
Vendían información a precios millonarios
Dentro de esta red de espionaje se daban sumas millonarios por información clave que comprometiera al gobierno de López Obrador. Informes del periódico Reforma apuntan que las sumas por información de peso eran vendidas desde 100,000 hasta casi 2 millones de pesos, dejando en claro que este grupo espía contaba con recursos económicos altos.
Alfredo Castillo desapareció del panorama político después de una polémica administración en la Conade y su paso por Michoacán.
Esta red espía tenía como objetivos directos a Beatriz Gutiérrez, la esposa del presidente, y a Olga Sánchez, actual secretaria de gobierno. Pero también aparecen en el listado otros pesos pesados de la cuarta transformación como Alfonso Romo y Octavio Romero (personajes claves en cuestión financiera y petrolera para el obradorismo).
Todo gracias a una «denuncia anónima»
El domicilio de este centro de espionaje era la torre Impulso, en una de las zonas más costosas de la capital mexicana. Todo se supo, asegura el diario nacional, gracias a una denuncia anónima. Barbaz, Meade y Castillo serían los nombres clave para entender esta red de espionaje que buscaba atacar directamente al obradorismo, por lo que ya hay una carpeta de investigación.
Esto complica la relación del gobierno con Antonio Meade, un personaje del PRI que intentó rápidamente contentarse con el tabasqueño después de la derrota electoral del tricolor. A pesar de haber tenido una foto juntos y sonreír ante los medios, el hecho de que un primo del peñista esté detrás de este grupo espía complica el futuro político de Meade. Recordemos que el partido de Felipe Calderón ya lo ha buscado para que se les integre.
Con información de Reforma.