PRI perdería todas las elecciones de este 2019, según encuestas
El partido tricolor no encabeza ni una sola candidatura en este año. Después del descalabro de las elecciones federales de 2018, el partido que gobernó al país durante más de 70 años está sumando todo tipo de esfuerzos para hacerse con al menos una alcaldía en las elecciones del 2019. Y es que en las encuestas los priistas no lideran las vacantes a gobernador en Puebla y Baja California.
Este año electoral es mucho más pasivo que lo vivido hace un año. Ahora solamente se disputarán dos gobiernos estatales, algunas alcaldías y diputaciones estatales. En el tema de Puebla y Baja California (dos estados de tradición panista), Acción Nacional apenas se mantiene en el segundo sitio de las encuestas. Los priistas la tienen más difícil, sus candidatos apenas rozan el bronce en una competencia en donde solo gana uno.
Esta crisis del PRI los ha obligado poco a poco a reconocer que son un partido con un pasado oscuro. Pero no solo eso, también se ha usado al gobierno de Enrique Peña Nieto como el ejemplo de lo que no se quiere hacer en el futuro. Con una crisis económica nunca antes vista, el PRI quiere conquistar a los mexicanos para que se les unan como militantes activos. Recordemos que perdieron 5 millones de afiliados en cosa de unos meses.
Lo cierto es que el partido no se ha dado por muerto (como sí lo ha hecho el PRD). Pero el nuevo-nuevo PRI no ha logrado conquistar a los votantes, quienes no mantienen a ningún candidato priista en la punta de las encuestas. Además de los estados de tradición panista, en Durango, Quintana Roo, Aguascalientes y Tamaulipas también se llevarán a cabo votaciones locales. Las encuestas aseguran que no hay mucha posibilidad de que el PRI gane algo.
Actualmente el partido quiere renovar su presidencial y dos tricolores se han apuntado: el peñista José Narro y el exboxeador Alito Moreno. Para esta elección, el PRI quería que el INE auditara y organizara los votos de la militancia, pero el cobro de hasta 300 millones de pesos por la elección derrumbó la iniciativa. Con esa crisis de militantes y financiera (además del prestigio que perdió el partido del 2012 al 2018), parece que no podrán resurgir a la velocidad que esperaban.
Las pocas posibilidades que acumula el PRI vienen desde cargos bajos, en algunas curules de congresos locales. El resto, las gubernaturas vacantes, prácticamente han sido absorbidas por el efecto López Obrador. Morena mantiene actualmente la ventaja en la mayoría de puestos vacantes para el 2019. En Puebla y Baja California los guindas se apoderarían con los gobiernos, un durísimo golpe para el PAN y el PRI, acostumbrados a esas plazas.