Emilio Lozoya compró helicópteros contra el huachicol y los usó de taxis
El robo de combustible en México es el tema internacional de las últimas semanas. Mientras la opinión se divide ante el desabasto de gasolina en el país y entes internacionales aplauden el combate a esta actividad criminales, se están destapando errores de la administración de Enrique Peña Nieto. El primero y más importante es su decisión por colocar a su amigo Emilio Lozoya en la dirección de Pemex cuando entró a la presidencial.
Lozoya no solamente se encuentra fuera del país mientras se le sigue ligando con los sobornos de Odebrecht en México, también se le señala como uno de los principales responsables del megasaqueo a la gran petrolera mexicana. Durante su arranque como director general de Pemex, Emilio Lozoya recibió una crisis considerable de ordeña de ductos en la empresa. Para frenar esto, el priista solicitó la compra inmediata de aeronaves para vigilancia.
Fueron 322 millones de pesos los que se usaron para comprar un avión y un helicóptero especial. La intención era sobrevolar los ductos de Pemex y dar con los huachicoleros que a diario saqueaban a la que fuera la gran industria nacional en los años cuarentas. Pero desde llegaron, al menos estas dos aeronaves fueron usadas por Lozoya como transporte personal, según datos de la auditoría superior en 2015. Después de acusaciones de corrupción, Lozoya renunció rápidamente a Pemex.
Además se sabe de otras nueve aeronaves que fueron compradas para esta supuesta vigilancia a los ductos de la petrolera mexicana. Lo cierto es que la auditoría tiene en su poder las rutas de los vuelos de estos vehículos y parece ser que no fueron utilizados solamente para vigilar, ya que se encuentran rutas de traslados personales de Lozoya y su equipo más cercano en Pemex (por el momento no se han revelado nombres de los involucrados).
Lo que sí se sabe es que estas aeronaves eran usadas constantemente en Pemex para beneficio personal de algunos hombres de alto poder en la empresa. Muchas de estas rutas aéreas coinciden con las realizadas por el aún sindicato minero más poderoso de México, Romero Deschamps. Por lo tanto, el derroche de recursos para vehículos que habrían de vigilar los bienes nacionales terminaron consintiendo viajes personales que nada tenían que ver con el combate al huachicol.
El gobierno actual de López Obrador asegura que el robo masivo de combustibles en México no puede entenderse sin la complicidad de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Este trío ya ha enfurecido con las acusaciones y exigen que se presenten pruebas de inmediato, por lo que ya se planea una consulta ciudadana para verificar si los mexicanos quieren que se abran procesos legales en contra de este trío del PRIAN.
La auditoría superior afirma que muchos de los viajes que se realizaron con estas aeronaves tenían como destino varias zonas turísticas y de descanso en el país e incluso se habla de vuelos constantes a Estados Unidos, una nación que poco o nada tiene que ver con el combate al huachicoleo en México. Las rutas apuntan y coinciden con viajes realizados por el exdirector de Pemex.
Por el momento, Emilio Lozoya está amparado ante cualquier acción legal en su contra y continúa negando todas las acusaciones que se han lanzado contra él.
Lo viajes realizados en estas aeronaves-taxis costaron aproximadamente 135 mil pesos cada uno. Solamente en 2015 se alcanzaron a realizar más de 700 viajes en estos vehículos comprados para el combate al robo de hidrocarburos. De 727 traslados en ese año, solamente 442 se hicieron a propiedades o edificios ligados a Pemex. El resto no coincide con la intención de compra de los vehículos.
Entre los viajes más curiosos hay varios a Nueva York y Los Ángeles, en Estados Unidos. Además, se sabe de vuelos privados a playas como Cancún, Acapulco, Quintana Roo, Huatulco y Ciudad del Carmen (todos estos destinos turísticos). Desde Pemex no se han revelado datos de quiénes acompañaron a Emilio Lozoya y a Deschamps en estas travesías aéreas.
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