Peña Nieto benefició a muchas empresas de comida chatarra
La salud de los mexicanos ha ido a la baja después de que la comida chatarra y las bebidas azucaradas se apoderaron de espacios privilegiados en el país. Para entender el incremento en casos de obesidad y diabetes en México es necesario comprender que las empresas que surten de estos productos dañinos para la salud fueron ayudados desde el gobierno federal y legislativo para entrar hasta los hogares e intestinos de las familias mexicanas.
En el caso de Vicente Fox, un exempleado y director de Coca Cola, se han documentado sus aportes para abrirle todas las puertas posibles a esta empresa refresquera para que llegara a las comunidades más lejanas del país. En el sexenio de Peña Nieto, según la coalición Contrapeso, se privilegió a las empresas de comida chatarra para que estuvieran al alcance de niños y familias mexicanas que más tarde desarrollaron problemas de salud graves. Recordemos que México es la nación más consumidora de bebidas azucaradas en el planeta y con más alto índice de diabetes mellitus derivado de estos consumos.
Peña Nieto creó al inicio de su gobierno el polémico Observatorio Mexicano de Enfermedades no Transmisibles (Oment), que tenía como meta principal realizar investigaciones y evaluaciones del impacto de ciertos alimentos chatarra en la salud de las familias mexicanas. Pero lo cierto es que Oment operó prácticamente a favor de que las empresas relacionadas pudieran autorregularse y entrar de lleno a la despensa y el día a día de los mexicanos.
Ana Larrañaga Flota, integrante de Contrapeso, comenta al medio SinEmbargo que “el Oment debía ser un espacio para discutir y evaluar con seriedad las políticas de enfermedades no transmisibles y se convirtió en el lugar perfecto para que marcas de refrescos y ultraprocesados se convirtieran en juez y parte de la regulación”. Todo esto deja ver un interés del gobierno peñista por impulsar una industria que está comprobado ha deteriorado la salud de la población mundial y que en México no encontró ningún freno para distribuir sus productos.
Pero, ¿quienes son esas empresas beneficiadas con la creación del Oment? La respuesta es un puñado de marcas a las que todos los mexicanos estamos acostumbrados a ver en publicidad, tiendas de autoservicio y pequeños negocios. Se trata de la gran beneficiada Coca Cola; su principal competidor en el sector refresquero, Pepsico; la empresa europea de chocolates y avellanas, Ferrero; el imperio de cereales azucarados Kellogg’s; la industria láctea de postres y dulces Nestlé; además del polémico emporio francés de Danone. Todos ellos privilegiados en el sexenio peñista.
Todo comenzó en 2013, cuando Peña cumplía un año en el poder y se presentó la polémica Estrategia Nacional para la prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes. Con esto, se empezaba a dar forma al privilegio empresarial de la azúcar y la comida chatarra, ya que la estrategia fue regulada y supervisada por estas grandes empresas. Desde el inicio organizaciones como Contrapeso aseguraron que las empresas fueron privilegiadas al estructurar las leyes que pretendían regularlas.
Con esto se alteraron las formas de etiquetado en los productos rebozados de azúcar en México. Todo bajo un plan generalizado para confundir al consumidor y hacerle más confusa la información de la bebida, botana o postre que está por consumir y que está cargada de grasas saturadas, azúcares, conservadores y harinas refinadas. Además, el gobierno peñista ha abierto las puertas de su gobierno a que representantes de estas empresas vigilen las normativas sobre salud en México.
Se sabe de representantes con conflicto de interés en el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). Toda estas, se supone, deberían ser instancias que abogaran por la salud de los mexicanos y evitaran constantemente dar privilegios a las empresas responsables de la industria chatarra internacional.
Y es que basta con ir a un Oxxo y ver la cantidad de productos mal etiquetados y con altas dosis de azúcar y grasas que se han puesto a nuestro alcance gracias al gobierno de Enrique Peña Nieto, que deja una catástrofe sanitaria y miles de mexicanos muertos por diabetes y casos de obesidad mórbida.
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