Senadores del PRD abandonan a Mancera, solo coordina a cuatro amarillos
Hace unos años Miguel Mancera se veía como el nuevo presidente de México. Desde que se hizo con la jefatura de gobierno de la capital mexicana, las intenciones del perredista eran las de llegar a lo más alto posible. Pero las cosas no salieron nada bien y después de negarle la candidatura presidencial, su partido lo intentó premiar con el liderazgo de los senadores perredistas en la nueva legislatura. La idea era buena pero rápidamente se le iban los senadores a otros partidos.
Ahora, el PRD en la cámara de senadores vive una crisis. Apenas alcanza el número de integrantes para ser considerados una fracción parlamentaria. Si hace unas semanas varios perredistas habían decidido abandonar al partido del sol azteca dejando a Mancera a cargo de seis senadores, ahora se le va uno más. Con esta separación se han encendido las alarmas en el perredismo nacional, ya que tambalea la representación del partido de izquierda en la cámara alta.
Mancera ha visto como se le van poco a poco los senadores del partido. El que fuera jefe de gobierno capitalino asegura que en el PRD se quedan solamente los representantes más comprometidos con el pueblo, pero lo cierto es que las otras fuerzas políticas están seduciendo poco a poco a los amarillos. El último escándalo lo protagonizó Rogelio Zamora, el perredista que de repente declaró estar más a gusto trabajando dentro del partido Verde Ecologista. Con esto, el golpe al perredismo y a Mancera vuelve a doler.
“Las decisiones personales que se fueron tomando sobre la marcha ahí están, con esto es con lo que vamos a trabajar, vamos a seguir trabajando, tenemos muchas más iniciativas que vamos a ir presentando, las tareas que tenemos que lograr, la lucha del salario mínimo, la defensa de los derechos en torno a la mujer, la dignidad humana”, dijo Mancera, intentando explicar que su fracción parlamentaria sigue viva y con una agenda determinada. Lo cierto es que el hombre que ansiaba liderar al país ha tenido que reducirse a estas explicaciones.
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Con esto, la representación del PRD se disminuye radicalmente con respecto a otros períodos legislativos. El perredista incluso estuvo coqueteando con el panismo conservador durante las elecciones pasadas para lograr amarrar una senaduría. Al final, su partido de izquierda le concedió una senaduría plurinominal y desde entonces el PRD no ha sido protagonistas de las principales decisiones de la cámara de senadores. El trabajo de Mancera las últimas semanas se ha enfocado en generar una agenda que rescate al partido desde el legislativo y a rescatar su imagen personal después de las acusaciones por su accidentado gobierno en la Ciudad de México.
Incluso muchas de las nuevas acciones que se plantean en la capital están destinadas a desbaratar los acuerdos logrados por Mancera. Se le acusa de operar un cártel inmobiliario que favoreció a ciertos empresarios para generar bienes raíces en la capital del país. Además, la nueva gobernadora de la capital, la morenista Claudia Sheinbaum, ya ha prometido echar atrás la marca CDMX que tanto promovió Mancera. Parece ser que los cinco senadores perredistas no solamente flaquean, sino que cualquier otro puede abandonar el barco en cualquier momento.
