El PRD está en quiebra y ha tenido que liquidar a todos sus empleados
Después del tremendo golpe electoral que recibió el partido amarillo, las cosas no han mejorado en absoluto. En la mañana del primero de julio, los perredistas no contaban con el duro castigo que habrían de recibir por parte del electorado mexicano que no solamente les negó la presidencia, también les quitó el poder que mantenían en la capital mexicana. Para sumar a la tragedia, el partido enfrenta una crisis económica severa.
Los pésimos resultados han hecho que el partido reciba mucho menos dinero respecto a anteriores años, esto derivado de sus pocas victorias electorales. Justo después de aceptar la derrota presidencial y en las nueve gubernaturas vacantes, el perredismo salió a decir que mantiene una deuda de hasta 900 millones de pesos. Todo esto como resultado de multas, adeudos en la renta de inmuebles y problemas para completar las nóminas de tantos trabajadores.
La urgencia por la falta de dinero ha obligado al partido amarillo a liquidar a todos sus empleados de base. Para hacer posible estas liquidaciones, el PRD tendrá que sacar al menos 35 millones de pesos del poco presupuesto con el que cuentan. El despido de 200 trabajadores marca un periodo de escasez para un partido que dominó la capital mexicana y gozó de presupuestos grandes durante años. De ese perredismo queda muy poco.
Esta austeridad obligada que ha elegido el perredismo nacional golpea directamente a 200 familias de trabajadores mexicanos que han perdido su empleo de un día para otro. Y mientras se tomó esta decisión, los altos mandos del partido no decidieron recortar su salario para mantener a algunos de estos trabajadores en sus puestos. Para justificar estos despidos, el perredismo declaró que gran parte de sus deudas son multas que les ha impuesto el INE, y que no pueden pagarlas.
PRD, en la peor crisis de su historia, podría desaparecer: Juan Zepeda https://t.co/nv3lBJbtN1 vía @RegeneracionMx
— Regeneración (@RegeneracionMx) August 6, 2018
Las autoridades del PRD declararon que después de evaluar la catástrofe electoral se le comentó a los empleados la crisis financiera del partido. Por lo tanto, se tomó la decisión de cortar con sus plazas laborales y se les invitó a que aceptaran un retiro voluntario, lo que habría de asegurarlos un pago final inmediato. Pero solamente 60 empleados aceptaron. El día de hoy, los 140 restantes fueron liquidados, por lo que Humberto Zazueta terminó quejándose de que muchos empleados no renunciaron cuando se les pidió.
En la nueva legislatura, el perredismo quedó relegado a la quinta fuerza política nacional. En el senado mexicano, el partido está tan fracturado que apenas logran reunir los senadores necesarios para contar como fuerza parlamentaria. En el contexto nacional, el PRD apenas se sostiene de una gubernatura, la de Silvano Aureoles en Michoacán, y para el futuro parece que no habrá demasiada presencia perredista, por lo que el partido ya contempla cambiar de nombre o desaparecer.
Con los despidos masivos del PRD se pone fin a un sindicato de trabajadores dentro del PRD que tenía más de 20 años de actividad. Por lo tanto, en un solo movimiento amparado en la crisis económica, el perredismo le acaba de quitar su plaza de trabajo a 200 personas. Mientras tanto, el partido aún argumenta ser una oposición responsable y sólida durante el próximo gobierno de Morena, con vistas a renacer para contender con fuerza en las elecciones de 2024. Lo cierto es que han mostrado algunas propuestas interesantes.