Cumbre católica de emergencia para atender escándalos de abusos sexuales
Al catolicismo le duele una cortada que dejó pasar durante siglos. Los escándalos de pederastia siempre estuvieron presentes entre sacerdotes católicos, pero hoy más que nunca las pruebas contundentes en contra de los jerarcas al servicio del Papa Francisco han demostrado que no les interesa castigar a los responsables.
El sumo pontífice no ha podido tumbar las acusaciones con sus declaraciones de arrepentimiento y por eso mismo ha llamada a una reunión inédita en la iglesia católica. Están convocados los jefes de todas las conferencias episcopales del mundo. A Francisco le urge demostrar que su iglesia está atendiendo el tema de los abusos sexuales por parte de sacerdotes a infantes cercanos a sus congregaciones.
La cumbre, a manera de festival musical, se ha planeado para todo un fin de semana en febrero del 2019. Los altos mandos de la iglesia católica tendrán cuatro días para conversar, condenar y preparar un plan de acción definitivo para lograr recuperar la credibilidad que han perdido. Desde Estados Unidos hasta México, pasando por Irlanda, Chile y varias naciones de Europa, las pruebas de que sacerdotes han violado a menores de edad se acumulan.
Al parecer la iglesia católica nunca había tenido que actuar ante una crisis internacional sobre estos temas. En el pasado, el Papa Juan Pablo condenaba ciertos actos, rezaba y con eso bastaba para que su institución religiosa saliera avante en escándalos de pederastia. Ahora, Francisco ha intentado emular la estrategia del polaco pero sin mucho éxito. A donde va, el pontífice argentino enfrenta manifestaciones en contra de sus hombres.
Parece ser que la cumbre también responde a la falta de tacto que ha tenido Francisco para calmar las cosas. En declaraciones recientes, el argentino aceptó que su iglesia pasa por un momento difícil pero también falló al declarar que muchos de los niños afectados tenían tendencias homosexuales que debían curarse con un psicólogo. El repudio de la comunidad gay fue inmediato y Francisco tuvo que retractarse de inmediato. Esto deja ver la forma en la que la iglesia católica ve el problema, con cierto grado de culpabilidad a la víctima.
Y es que no solo se han acumulado testimonios sobre los casos de violación por parte de sacerdotes católicos, también hay información importante que muestra cómo el Vaticano ha estado enterado de miles de casos de abusos sexuales en todo el mundo y han decidido callar. No solo eso, se sabe de reacomodos de cardenales y sacerdotes, antes que castigos ejemplares. Con esta sobreprotección a sus hombres, el Papa Francisco se ha visto obligado a realizar esta cumbre inédita para solucionar las cosas.
La forma en la que Francisco está intentando solucionar las cosas no ha sido óptima y se sabe de un grupo de cardenales de alto poder en la iglesia católica que ya trabajan para separarlo del cargo. Lo cierto es que el Papa latinoamericano que tanto entusiasmó durante su elección como sumo pontífice, ahora enfrenta problemas serios que podrían hacerlo renunciar ante la presión y la falta de soluciones.