Morena se mueve para que le devuelvan las diputaciones arrebatadas
A más de un mes de la tremenda victoria electoral de Morena, los partidos políticos de antaño no han permitido que el número de morenistas victoriosos festeje. En una movida política tejida desde los magistrados electorales, partidos opositores como el PRI, PAN y PRD están trabajando para reducir el número de diputados plurinominales de Morena para evitar que sus mayorías en congresos locales sean contundentes.
Todo esto sucedió en varios puntos del mapa nacional. Si analizamos el origen de las diputaciones anuladas, nos damos cuenta que en territorios de amplio control priísta como el Estado de México, Sonora o Guerrero, es en donde más se está utilizando a la justicia electoral local para invalidar triunfos de Morena. Ahora, el partido creado por López Obrador en el 2014 no piensa cruzarse de brazos y ya prepara una avanzada legal para recuperar esas vacantes.
Todo se intensificó en el Estado de México, en donde gobierna el primo del presidente, Alfredo del Mazo. Su victoria fue polémica, ya que apenas logró superar en votos a la candidata Delfina Gómez. Parecía que el morenismo le quitaría al PRI su territorio más preciado, pero la compra de votos y la maquinaria electoral del priísmo les permitió controlar el estado más poblado del país durante seis años más. Ahora, los magistrados electorales lograron arrebatarle 10 diputaciones a Morena y las concedió, en su mayoría, al PRI estatal.
Esto enfureció a los altos mandos de Morena. Al respecto, Ricardo Monreal salió a declarar que están por exigir la impugnación de todas estas decisiones políticas que han favorecido al priísmo de del Mazo. Y es que para los morenistas no existen motivos válidos para que sus futuros representantes en la cámara de diputados local hayan sido anulados. La excusa que dio el tribunal electoral mexiquense fue un peligro de “sobrerrepresentación”. Para Morena, esto es una declaración absurda.
Los allegados a López Obrador aseguran que esta práctica deja ver el control que el PRI mantiene todavía sobre jueces y magistrados en todo el país. Para Torruco, un asesor del tabasqueño, estos son los últimos movimientos políticos de peso del priísmo nacional antes de que Obrador llegue al poder y el PRI pase de ser el gran partido mexicano a una minúscula quinta fuerza política. Aún así, aseguran que es un acto de venganza al quitarle poder a Morena de cualquier forma posible.
El conflicto parece extenderse inevitablemente hasta el tribunal electoral federal. Ahí, se analizaría si las anulaciones son válidas o si será necesario regresar a los plurinominales de Morena en Sonora, Nuevo León, Guerrero y Estado de México a sus respectivas bancadas. En el partido guinda aceleran la urgencia de aclarar el tema y anuncian que para el cuatro de septiembre, la sala superior del tribunal electoral debería estar dando una resolución a todo esto.
Morena tiene menos de cinco años de vida. En ese corto tiempo ha pasado de ser una organización de experredistas (Obrador incluido) a ser la principal fuerza política en México. En los resultados electorales del primero de julio, los morenistas se apoderaron de la mayoría de votos en 31 de 32 estados del país. La marea guinda cubrió absolutamente todo y solamente en Guanajuato se impuso la predilección por Acción Nacional, el partido católico mexicano.
En Morena están convencidos de que los resultados les regresarán las diputaciones en el Estado de México. “Si la justicia existe, nos va a ir bien”, señalaron. La intención es que el IEEM ya había validado las diputaciones plurinominales, por lo que no hay coherencia en la anulación mexiquense. Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación, también tomó personal estos ataques contra Morena y asegura que en Sonora habrá consecuencias sobre las decisiones políticas de Claudia Pavlovich.
