Jesús Ramírez, el nuevo vocero de AMLO, tiene un pasado en el periodismo
Entre los tantos cargos importantes que anunció López Obrador después de su victoria se fue perdiendo interés por ver quién sería su vocero oficial. Y es que el tabasqueño es un político acostumbrado a hablar directamente a los medios, sin intermediarios. Por eso mismo se llegó a pensar que no habría nadie en un puesto clave en la presidencia.
Ahora, López Obrador se emocionó al anunciar a la persona que se encargará de su comunicación general. Se trata de Jesús Ramírez, un hombre conocido por crear el periódico Regeneración, fuente principal de propaganda de Morena. Con el anuncio, el tabasqueño aseguró que presenta a un hombre de su entera confianza para informar sobre lo más relevante de la comunicación en el futuro gobierno.
Pero su trabajo no será tan sencillo. Si bien ser vocero de un gobierno es una tarea compleja y ajetreada (se puede ver los intentos de Trump por tener voceros capaces), la labor de Ramírez será aún más compleja, ya que el tabasqueño quiere evitar que cada secretaría tenga su vocero oficial. Con esto, se le suma trabajo al que fuera periodista de La Jornada.
En palabras del propio Ramírez, la tarea será compleja. Para lograrlo, el nuevo vocero ya tiene experiencia en el manejo de salas de prensa y también ha invertido tiempo para capacitarse en comunicación digital. Lo cierto es que el gobierno de López Obrador promete ser mucho más abierto con la prensa y parece ser que se abrirán de nuevos las tandas de preguntas, algo que Peña Nieto censuró de inmediato. Lo cierto es que no se ponen de acuerdo en qué se hará con las oficinas de comunicación en secretarías.
Les falta ponerse de acuerdo…@lopezobrador_ dice que cerrará todas las oficinas de comunicación, Jesús Ramírez lo niega. pic.twitter.com/b070WZEd30
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) August 21, 2018
Además, su jefe ha sabido manejar bien sus posturas ante la crítica. Después de años de intentar llegar a la presidencia y muchos más como funcionario público, Andrés Manuel ha generado un estilo para hablar con los medios mexicanos. Con pausas constantes y algunas frases populacheras, la comunicación con el tabasqueño parecía suficiente hasta la llegada de Ramírez. Con él, aseguran, habrá una línea directa de diálogo con los medios de comunicación.
Cercano a los medios de izquierda, Ramírez mantiene un tono mucho más coloquial y no gusta de brillar en los eventos políticos a los que acude. Ahora percibe el reto de hablar por un presidente que se ha mostrado tranquilo después de la victoria electoral pero que tiene un pasado peculiar cuando se le acusa de algo.
Obrador no duda en explotar verbalmente contra sus rivales. Desde chachalacas hasta la prensa fifí, al tabasqueño le gusta apodar a sus rivales y confrontarlos. Aunque parece ser que después del triunfo electoral estará más calmado, Ramírez habrá de calmar las aguas en caso de alguna nueva reacción de Obrador.