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AMLO no quiere ser el villano del cine mexicano

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Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente de México no quiere ser el villano del cine y por ello, dio a conocer cinco puntos, cuyo objetivo es reposicionar a esta industria, mediante una reforma a la Ley Federal de Cinematografía.

Proyecto 18 es el nombre de la iniciativa que busca fortalecer la educación, ciencia, valores y cultura a través de diversos ejes de acción, siendo uno de ellos la protección de la cinematografía mexicana como un bien cultural.

Entre las medidas anunciadas destacan la salida del cine mexicano del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el fortalecimiento a la visibilidad de las películas nacionales frente a la oferta extranjera. Otros puntos a considerar son:

  • El aumento del tiempo mínimo de exhibición nacional, del 10 al 30 por ciento.
  • La regulación del tiempo de exhibición.
  • Aumento de 2 semanas al tiempo de exhibición mínimo, para lograr mayor notoriedad en los medios.
  • Incentivo fiscal para exhibidores que cumplan con por lo menos 35% de exhibición de cine nacional.
  • Inclusión de una materia de Apreciación de las Artes desde nivel básico.

Con estas propuestas, AMLO pretende que en esta ocasión el gobierno federal no sea el villano de la industria y así detener los reclamos de la comunidad en referencia al tiempo de pantalla y la distribución.

Cabe destacar que, en otras ocasiones, López Obrador indicó que hay que lucha contra el mito de que el cine mexicano no genera audiencia, ya que las bajas afluencias no se deben a las tramas, sino más bien a que acudir a las salas es considerado como un lujo, inaccesible para un sector importante de la población.

Pese a ello, el virtual ganador declaró que “el cine es una necesidad nacional y el público mexicano no hará contacto con su cine si no encuentra opciones para verlo”. Y agregó que quizá a ello se deba que la piratería ha tomado como blanco al cine mexicano, ya que facilita el acercamiento con el público, pero a la vez deteriora aún más a la industria.

El futuro mandatario añadió que otro problema que persiste son los “arreglos internacionales” que benefician a productos audiovisuales provenientes de otras latitudes, los cuales no incluyen aranceles; lo que favorece un circulo vicioso que estrangula a las producciones nacionales.

Datos imprecisos

Frente a las propuestas, Víctor Ugalde, presidente del Observatorio Público Cinematográfico, señaló que “existe una inexactitud cuando se afirma que los exhibidores cumplen con exhibición del cine mexicano menor a un promedio de 20% total; pues según datos del Anuario de Cine Mexicano, dicho 20% se refiere al número de estrenos mexicanos en la CDMX. Este dato no refleja el tiempo en pantalla, por lo que éste es todavía es mas bajo del 10% establecido en la ley. Sólo hay que ver la pagina 87 del anuario, donde destaca que sólo 34 cintas mexicanas, en promedio, fueron las estrenadas en los estados de la República y a muchas de éstas les dieron pocas funciones”, aseveró.

En tanto, el director Felipe Cazals opinó que el documento establece derechos para una expresión artística cuya denominación ya no existe. “La cinematografía mexicana se crea en un formato que ya no representa ni siquiera 0.01% de la producción nacional. Los cambios a la antigua Ley de Cinematografía que se proponen en ese texto deben ser para el audiovisual digital, que es un símil, pero no es lo mismo”, puntualizó.


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