Pese a labor de pobladores, persiste sequía en cascadas de Agua Azul
De un día a otro, las cascadas de Agua Azul en Chiapas bajaron su caudal debido al sismo del 7 de septiembre pasado. Seis días después de que se difundió la información, los pobladores se armaron con picos y palos para liberar el caudal. Sin embargo, todavía no se puede cantar victoria, pues los ríos que alimentan las cascadas necesitan trabajos mayores.
El 9 de noviembre pasado comenzaron a difundirse las imágenes de las cascadas con un caudal mucho menor al que se registra en esta época del año. La información circuló en redes sociales e internet durante el fin de semana en todo el país.
Los pobladores, que viven del turismo, ya estaban alarmados, pues cada año reciben 200 mil visitantes nacionales y extranjeros que acuden a admirar la belleza de las cascadas y nadar en sus aguas.
La disminución del agua comenzó desde los primeros días de noviembre, aunque no había sido tan evidente como ese día, cuando el nivel de uno de los brazos del río Agua Azul disminuyó un metro, lo que alertó a los pobladores.
La Comisión Nacional de Agua (Conagua) explicó que el río tiene una bifurcación que deriva en el brazo izquierdo y el brazo derecho del río.
Las cascadas se alimentan de la corriente que circula por el brazo derecho, mientras que el brazo izquierdo corre por otro cauce y se vuelve a unir al agua de las cascadas más abajo, para unirse en el río Shumala.
La dependencia explicó en un comunicado emitido el 13 de noviembre —cuatro días después de que se difundiera la alerta—que ya habían realizado un recorrido para identificar las causas del fenómeno y poder atenderlo.
De acuerdo con la Conagua, el brazo derecho del río tenía un depósito de sedimentos que hizo que el agua se desviara hacia el brazo izquierdo y el agua dejará de bajar por las cascadas.
Pero además, el sismo ocurrido el 7 de septiembre pasado, cuyo epicentro fue precisamente en esa entidad, afectó el suelo y las rocas calizas del río, que se vuelven vulnerables ante la gran cantidad de sismos que se han registrado en el estado desde esa fecha.
Las rocas se fisuraron con los sismos, dejando que el agua pasara de manera más rápida por las cascadas. Esto, sumado al desvío del cauce hacia otro lado, provocó una disminución de la caída de agua.
Pero no solo el sismo afectó el caudal del río. La deforestación intensa de las orillas del río ha afectado la zona lacustre y a la creación de desvíos del agua por los pobladores para abastecer a las nuevas comunidades que se asientan en las riberas del río, según explicó Adrián Méndez Barrera, delegado de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
El 13 de noviembre, en una conferencia de prensa en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, las autoridades ambientales señalaron que en los siguientes 20 días se presentaría un proyecto con las acciones necesarias para restituir la caída del agua.
Pobladores recuperan caudal
Todavía no se habían definido las acciones de rescate, cuando los habitantes ya se habían armado con palas y picos para recuperar el caudal.
Este martes, los pobladores retiraron los escombros que tapaban el cauce del río y rompieron las piedras que se ubicaban en el punto donde el agua se desviaba, explicó Pascual Moreno, uno de los participantes en las labores de limpieza al portal Chiapas sin Censura.
Ante el tiempo que tardarían los estudios previstos por la Conagua, los pobladores decidieron tomar cartas en el asunto.
#LaCorrupcionDestruyeAMexico pero la UNIÓN puede salvar a México.
Cascadas de Agua Azul son recuperadas por el esfuerzo de la población #Chiapas
No todo es dinero y corrupción. pic.twitter.com/VzCtRSBctU— xmax444 (@xmax444) November 16, 2017
“Vivimos del turismo porque no tenemos tierra para trabajarlo y no pueden esperar tanto tiempo sin visitantes”, dijo Moreno, quien aseguró que no se requirieron recursos para las obras.
El poblador añadió que ya el gobierno de Manuel Velasco les había prometido 15 millones de pesos para desazolvar el río y limpiar el caudal. Pero esta ayuda jamás llegó y las afectaciones persistieron.
Horas más tarde, la CONANP aseguró que la situación seguía siendo crítica en las cascadas, pues no tienen suficiente agua en su caída y señaló que 85% del agua del río sigue circulando por el brazo izquierdo, que sigue su cauce por una vía distinta a las cascadas.
El diario Excélsior informó que los trabajos de limpieza se detuvieron por el riesgo que representaba para los pobladores por las zonas profundas y difíciles de acceder que haya en ciertos puntos del río.
Por la noche, personal de Protección Civil del estado informó que las acciones realizadas por los habitantes fueron insuficientes, debido a la gran cantidad de sedimentos que hay en el fondo del río, y solo se recuperó 20% del caudal que tienen las cascadas.
En tanto, Roberto Ramírez de la Parra, titular de la Conagua, informó que la dependencia ya inició los trabajos de desazolve en la parte alta del río, además del retiro de piedras y árboles que contribuyen a que el agua se desvíe del brazo derecho río, que es el que alimenta las cascadas.
En un recorrido realizado por la zona este miércoles, el funcionario destacó que se necesita maquinaria para continuar con las labores de limpieza y otros trabajos que ayuden a encauzar el agua hacía las cascadas, como la colocación de un muro de costales de arena que impida que el agua se vaya hacia el lado izquierdo.
Si bien los trabajos realizados por los pobladores entre domingo y martes contribuyeron a retomar el cauce del agua, Ramírez de la Parra informó que la Conagua decidió adelantar los trabajos en la zona, mismos que empezarían hasta la siguiente semana, según el calendario que habían establecido las autoridades ambientales.
Hasta el miércoles en la tarde las cascada lucían secas nuevamente, mientras río arriba se realizaban las labores de limpieza. Los pobladores están colaborando para rescatar esta belleza natural en Chiapas, que además es el sustento de muchas familias de la región.