Carstens se va de Banxico cuando la inflación en México está en sus puntos más altos | BREAKING

Carstens se va de Banxico cuando la inflación en México está en sus puntos más altos

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Será el 30 de noviembre cuando Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), abandone por fin la primera silla de la institución, después de que fue llamado para dirigir el Banco de Pagos Internacionales, institución con sede en Suiza, y que coordina la cooperación de los bancos centrales de todo el mundo.

La partida del titular de Banxico se da, no obstante, en medio de una serie de acontecimientos importantes; quizá el de mayor relevancia: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), suspendida hasta 2018.

Para el titular de Banxico, que anunció una época de terror para México con la llegada de la Dondald Trump a la oficina oval, la situación del TLCAN es una película que oscila entre el terror, el drama y la comedia: “no sabemos en realidad qué género es”, dijo en entrevista, “hay algunas ocasiones en que recibimos señales cruzadas”, de ahí que para Carstens el mayor reto de su sucesor sea el de ofrecer certidumbre en donde no la hay.

La inflación es otro de los temas medulares, que, según el economista de 59 años, aunque se encuentra en uno de sus puntos más altos, ya ha llegado a su pico y su tendencia será paulatinamente a la baja, para finales de 2018. Carstens estima que para los últimos meses del próximo año la inflación haya llegado a las estimaciones de Banxico: del 3 por ciento.

Esto, después de que los primeros quince días de octubre, y a causa del restablecimiento de los servicios ofrecidos gratuitamente durante septiembre por los sismos, la inflación llegara hasta los 6.30 puntos porcentuales, más del doble de lo proyectado por Banxico para este año, que era del 3 por ciento.

Los productos y servicios que tuvieron mayores alzas durante esa quincena fueron las tarifas eléctricas, con casi un 20% de alza, derivado del final de los subsidios por la temporada de verano; el transporte público y los servicios de telefonía, que sufrieron un alza de 6.72%, por las razones descritas líneas arriba.

La proyección de Banxico es que, para finales de 2018, y después de que sufra un incremento importante –sobre todo si el TLCAN se rompe– la inflación en México caiga de forma natural hasta el 3% originalmente proyectado, esa es la confianza del gobernador.

Por otro lado, la administración de Carstens en el banco central estuvo plagada de infortunios: llevó a mediados de este año el tipo de cambio a un histórico de $22 pesos por dólar, que podría llegar hasta los $25 si el TLC se interrumpe; llevó las tasas de interés hasta su punto más alto desde hace casi diez años, el actual 7%, impulsado por el Brexit, y los incrementos de la Reserva Federal estadunidense.

“Al día de hoy yo diría que en los últimos tres años el Banco de México quizás haya sido uno de los cinco bancos centrales que haya tenido que tomar las medidas de política monetaria más restrictivas”, dijo el economista para los medios.

Carstens se va, pues, cuando los mexicanos enfrentan los precios más altos en todos los frentes; respecto a su partida, Carstens dijo: “me hubiera gustado que la foto de cierre hubiera sido mejor, pero pues así me tocó; pero eso sí, me voy con la satisfacción de que cuando menos dejo la inflación encaminada ya a una tendencia a la baja; una inflación mínima y estable es para mí una condición necesaria para aspirar a un mayor crecimiento, mayor empleo, mejor distribución del ingreso, salarios mayores”.

Por otro lado, al respecto del incremento de salarios mínimos que se discute y será determinado próximamente por empresarios, sindicatos y el gobierno federal, el gobernador de Banxico dejó claro que es una decisión que se tiene que tomar con prudencia, y que tiene que estar directamente relacionada por un incremento en la productividad: “no se pueden aumentar los salarios de manera sostenible por decreto, hay que respaldar cualquier aumento que se quiera, a través de una mayor productividad”, dijo para los medios.

¿Quién será su sucesor?

En tiempos electorales, la determinación del nuevo gobernador de Banxico no será fácil, aunque por tendencia natural, el sucesor favorito es José Antonio Meade, ya que, históricamente, los gobernadores de Banxico han sido secretarios de Hacienda.

La lista también está compuesta por Miguel Messmacher, actual subsecretario de Ingresos; dadas las circunstancias, por José Antonio González Anaya, titular de Petróleos Mexicanos, y considerado en genio de las finanzas, que regresó a buen cauce a la compañía más grande del país (Pemex); y por Manuel Ramos Francia, actual subgobernador de la institución.

La decisión final es prerrogativa del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, y tendrá que ser avalada por el Senado; en caso de que no exista un sucesor definido para el último día de este mes, el subgobernador de Banxico que tenga más experiencia será el que ocupe el cargo de manera temporal.