Gobierno de Yucatán autoriza construir mega granja de cerdos en reserva natural
Pobladores del municipio de Homún, Yucatán e integrantes del comité Kana’an Ts’onot, se han venido manifestando desde a mediados del año 2017, por la construcción y operación de una mega granja de 49 mil cerdos.
Ubicado en la Reserva Geohidrológica Anillo de Cenote, dicha granja ha venido construyéndose bajo escándalos y demandas que evidencian varias irregularidades en el otorgamiento de la licencia de uso de suelo.
En el 2017 El Cabildo del municipio de Homún le revocó a la empresa la licencia para la edificación de la granja, la cual fue desechada por el Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa del Poder Judicial del Estado de Yucatán, argumentando que no representa perjuicio a un interés social ni contravenía a disposiciones del orden público.
Todo esto a pesar de que el Cabildo, lo revocara por haber iniciado el proyecto el 19 de febrero del 2016, sin que la empresa Producción Alimentaria y Porcícola (PAPO), estuviera constituida completamente.
Lo cual ocurrió tres meses antes, siendo la responsable la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del estado, quienes se justificaron diciendo que fue una “irregularidad administrativa y legal”
Por su parte, miembros de la organización Kana’an Ts’onot, quienes se reunieron el mes pasado con el Juez Segundo de Distrito, le externaron sus preocupaciones en torno al juicio de amparo 1389/2017-IV-A.
Además de que denunciaron que tampoco se realizaron los estudios hidrológicos y del suelo que la misma guía de Seduma para la elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental establece como necesarios.
Algunos pobladores de Homún, han denunciado que a partir de que la International Havester Co entró al negocio, éste monopolizó las compras de material, los precios bajaron, y comenzaron a producir híbridos.
Además de que aseguran que la empresa Kekén también se ha fortalecido y ha convertido también al mercado en un monopolio al cabo de absorber pequeños, medianos y grandes porcicultores, al grado de que empresario como el porcicultor Carlos Castillo Solís ha demandado que la empresa domina el 90% del mercado.
El daño ambiental a la reserva natural
Asimismo, dichas organización y activistas han denunciado el daño ambiental que la construcción de la granja con 49 mil cerdos puede causar.
En primera instancia, el en 2010 cuando el gobierno declaró la zona de Homún y de Cuzamá como área protegida denominada Reserva Estatal Geohidrológica del Anillo de Cenotes, ésta fue decretada por el entonces gobernador Rolando Zapata, acompañado por Eduardo Batllori, quienes argumentaron que la importancia de dicho lugar era para cuidar el agua de la lluvia que se filtra y tiende a irse por conductor preferenciales hacia la costa, lo cual hace que funcione como un vertedero natural, por lo que se buscaba proteger dicho saneamiento.
Sin embargo, fue el mismo Batllori, quien actualmente funge como Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, y dio el visto bueno y dijo que el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) cumplía con los requerimiento establecidos, a pesar de los sesgos que contiene.
De acuerdo con el portal de noticia, Animal Político, los dueños del Grupo Sipse, son el conglomerado de medios y periódicos más grandes del estado, pero quienes también son propietarios de la Producción Alimentaria y Piscícola (PAPO), empresa que encabeza la construcción de la granja.
Ante esto, también han evidenciado que la MIA que la PAPO presentó para la construcción de la granja de los 49 mil cerdos, fue elaborado por una cirujana dentista, de nombre Gladis del Rosario Alamilla Sanguino, quien no tiene ninguna experiencia ni conocimiento en materia ambiental, publicó Animal Político.
Sin embargo, en entrevista con el mismo Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, argumentó que no existe en las leyes del estado un padrón de ambientalista que elabore dicho manifiesto, y que es discriminatorio decir que una dentista no lo puede hacer.
“Puede ser una dentista que se dedica o no a ser dentista pero obviamente tiene un grupo de trabajo. Tú no puedes hacer solito una MIA, necesitas a alguien que vaya y haga una evaluación de la vegetación. Lo contratas y le pagas. Hay de varios, claro, hay consultoras muy especializadas, pero hay personas físicas que presentan y hacen sus estudios. Hay arquitectos, urbanistas, ingenieros y hay esta dentista. Yo no puedo decirle: ah, eres dentista, no, no te la acepto, porque sería un acto discriminatorio.”
Y aunque Eduardo Batllori, asegura la construcción de la granja no causará ningún impacto negativo en el ecosistema, el contra informe técnico elaborado por el Doctor en Ingeniería Opción ambiental, Virgilio René Góngora Echevarría, sentencia que el acuífero es altamente vulnerables a la contaminación.
Debido a la gran densidad de fisuras y conductos de disolución que se encuentran en el subsuelo y que permiten la infiltración de todo tipo de aguas con mucha facilidad.
“No tienen sustento bibliográfico ni científico, y sólo deja en evidencia el potencial contaminante del proyecto en la Reserva Geohidrológica”.
Finalmente el arqueólogo Sergio Grosjean, ha dicho que mantener la edificación de la mega granja es un acto de “locura” pues implica la contaminación de los cenotes, además de perjudicar a 300 habitantes que dependen del ecoturismo.