Peña Nieto fue mencionado como «indiciado» para el Cártel del Golfo
Eran tiempos del calderonismo, en donde se simuló una guerra antidrogas que terminó protegiendo al cártel sinaloense. En medio de todo esto, se empezó a señalar, perseguir y atacar a los cárteles rivales, entre ellos el del Golfo y los Zetas. En un caso poco mencionado en el país, conocido como “caso Tamaulipas”, Enrique Peña Nieto fue mencionado como indiciado para el Cártel del Golfo en 2009.
En ese entonces el mexiquense era gobernador y estaba muy lejos de ser la gran figura del tricolor que ganaría la presidencia en 2012. Si bien su nombre ya sonaba como presidenciable, su labor se concentraba en el único estado bastión del PRI, en donde al menos tres de sus antecesores estaban bajo investigación por presunta delincuencia organizada. Ahora se sabe que, en las investigaciones, el expresidente aparece como “indiciado”.
El nombre de Peña Nieto se menciona apenas en el caso, en donde se concentra evidencia de cómo tres exgobernadores tricolores, Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba, Eugenio Hernández Flores y Manuel Cavazos Lerma, ayudaron y recibieron sobornos por parte del cártel del Golfo y los Zetas (todos ellos enemigos declarados del cártel sinaloense, aliado de Felipe Calderón). El caso Tamaulipas deja ver las conexiones entre PRI y narcotráfico.
Dos gobernadores de la lista ya se encuentran detenidos por corrupción y delincuencia organizada. Yarrington fue detenido en territorio europeo y Hernández Flores se encuentra detenido en México. La red deja ver una serie de apoyos y tolerancias a la operación de estos grupos armados en estados clave del país para el trasiego. Todo esto sucedía cuando el PRI acumulaba aún un gran poder en varios estados.
De Peña Nieto se menciona muy poco, pero su nombre sí aparece en la investigación realizada por la entonces PGR. Después de eso, el priista sería lanzado como candidato presidencial, a pesar de acusaciones de derroche de recursos y desvíos en su paso por el Estado de México (territorio que hoy gobierna su primo). Llegando a la silla presidencial, Peña Nieto continuó la guerra antidrogas de Felipe Calderón, sumiendo al país en una violencia desmedida y sin victorias contundentes en la prevención de adicciones.
Con información de Proceso.