Ya no será tan sencillo abrir una gasolinera en México
El gobierno mexicano no quiere más robo de gasolina. En sus intentos diarios por terminar con esta industria multimillonario destinada a la ordeña de ductos, la secretaria de energía ha asegurado que el proceso y los requisitos para abrir una gasolinera serán más duros. Rocío Nahle declaró todo esto en su comparecencia ante los congresistas mexicanos. A esta cita llegó después de haber cancelado de última hora hace unos días.
Nahle explicó que en México existe una enorme facilidad legal y burocrática para que una persona con recursos suficientes se haga dueña de una o varias gasolineras. Esto ha provocado que muchas de ellas caigan rápidamente en la compra de gasolina robada o huachicol, como se le conoce popularmente en el centro del país. Todo esto es parte de la guerra contra el huachicoleo que mantiene el gobierno federal y busca que al menos tres dependencias oficiales revisen el papeleo.
En las últimas semanas, desde el despacho de inteligencia financiera se han congelado cuentas a varios empresarios y políticos que son dueños de gasolineras, pero que no han entregado a Pemex los reportes de cómo es que obtienen el combustible que venden. Y es que en varios casos no se registran compras a la petrolera nacional ni a otros distribuidores oficiales.
“Nos encontramos a personajes, empresas, fachadas que han estado vendiendo combustible que no está reportado”, dijo Rocío Nahle.
Para que los permisos sean revisados a fondo y se conozca la operación de las existentes y nuevas gasolineras en el país, es necesario pasar por la supervisión de la fiscalía general mexicana, la comisión Reguladora de Energía y la unidad de inteligencia financiera de la secretaría de Hacienda. Esta última a cargo de Santiago Nieto, el principal cazador de los empresarios-huachicoleros en México, quien ya mantiene varias investigaciones abiertas en compra de personas que compraban huachicol para sus gasolineras.
Con la llegada de la reforma energética, se facilitó la entrada de gasolina extranjera al país. Con esto, se amplió también la gama de empresas que habrían de venderle este combustible a los mexicanos. Llegaron empresas como la española Repsol, la anglo-neerlandesa Shell, la yanqui Exxon, entre muchas otras. Esto generó que no todas debieran comprarle la gasolina a Pemex, por lo que podrían comprarla a otros proveedores. Es justo ahí en donde se detectaron a generar cada vez más irregularidades.
El siguiente plan en el combate al robo de combustibles contemplará a las gasolineras ya existentes. En México hay más de 12,000 gasolineras, por lo que ya se trabaja para revisar a fondo cada una de las bombas despachadoras para conocer su funcionamiento. Todo esto con la intención de llevar un registro profundo de cómo es que se está vendiendo la gasolina en el país, además de revisar que las cifras coincidan con la cantidad de gasolina comprada.
Durante los desabastos de combustible que emergieron justo cuando arrancó el cierre de ductos, se alcanzó a notar que la gran mayoría de las gasolineras le compra combustible a Pemex. La petrolera nacional surte a la mayoría de las empresas, sean nacionales o extranjeras, pero lo cierto es que el resto vende gasolina distinta. Existen al momento 587 permisos de “permisionarios para exportar combustible” en México, pero solamente el 7% de ellos opera de forma regular.