El boom del huachicol se dio con la llegada de Emilio Lozoya
Dicen que para entender el gran robo de combustible en el país es necesario revisar el trabajo de Romero Deschamps. Pero muchos otros dedos señalan al arribo de Enrique Peña Nieto a la presidencial como la mecha que permitió que todo arrancara. Después de seis años de peñismo ininterrumpido, parece ser que en la petrolera nacional se reportaron saqueos cada vez más grandes con la llegada de Emilio Lozoya.
El coordinador estrella de la candidatura del mexiquense fue rápidamente nombrado titular de Pemex en cuanto el PRI recuperó la presidencial después de doce años. Desde que el itamita cercano al presidente entró en funciones en 2012, el número de tomas clandestinas pasó de 1,600 a prácticamente el doble. Estos datos los revela el actual director general de la petrolera, Octavio Romero.
Y es que desde el sexenio de Felipe Calderón ya se veía con preocupación el tema del huachicol. En esos tiempos, el presidente panista prefería enfocar sus esfuerzos en una guerra contra el narcotráfico que ya estaba mostrando números rojos en apenas unos años de actividad. Por lo tanto, los ladrones de combustible tenían terreno libre para empezar a operar grupos violentos que ahora dominan al país. Al cierre de la administración panista, el tema del huachicol apenas se mencionaba.
Con la llegada de Peña y Lozoya las cifras de ordeña de ductos se dispararon de manera alarmante. Prácticamente durante todo el sexenio el huachicol creció a niveles que generaron grupos delincuenciales tan numerosos, armados y organizados como los cárteles del narcotráfico. Y es que desde entonces los narcotraficantes se dieron cuenta que roban ductos de Pemex era igual de redituable que la droga, pero mucho más sencillo y menos perseguido por la ley.
Recordemos que solamente el 11% de los huachicoleros detenidos en el peñismo continúan en prisión.
Con estos datos revelados públicamente por Octavio Romero, parece ser que las posibilidades de que se persiga legalmente a Emilio Lozoya se incrementan a un punto de no retorno. El itamita ya carga encima varias acusaciones por recibir sobornos de la empresa brasileña Odebrecht. Fue este mismo escándalo el que lo llevó a dejar Pemex y recluirse en Estados Unidos. En el camino para evitar su arresto, fue despedido el fiscal electoral Santiago Nieto.
Después de años de acusaciones, Lozoya se ha mantenido tranquilo viviendo en Estados Unidos. Desde ahí, el priista vigila que en México no se ligue su nombre a casos de corrupción brasileña. Pero las cosas han cambiado y ahora Santiago Nieto está a cargo de la unidad de inteligencia financiera, en donde parece enfocar todos sus esfuerzos en investigar a fondo, y nuevamente, al coordinador de campaña de Peña Nieto.
Los datos revelan que el huachicoleo se convirtió en un problema después de que Lozoya estuviera a cargo de la petrolera nacional, por lo que las carpetas con todos estos datos ya son investigadas por el nuevo fiscal general mexicano, Alejandro Gertz. El tema de que los funcionarios más cercanos al expresidente mexiquense puedan ser procesados parece más sólido que nunca.
Con información de La Política Online.