México quiere sacar a 3.3 millones de personas de la pobreza cada año
La nueva Administración Federal, encabezada por el presidente López Obrador, tiene un claro objetivo: que 20 millones de mexicanos dejen de ser pobres y que 5 millones más abandonen la pobreza extrema.
Para lograr la titánica tarea, el Gobierno de la Cuarta Transformación deberá sacar de la precariedad a de 3.3 millones de personas por año, de lo contrario los objetivos establecidos por el titular del Ejecutivo no se alcanzarán.
La tarea se dimensiona cuando se contrastan los datos: en 2016, en pleno auge del Gobierno de Peña Nieto, existían 53.4 millones de personas consideradas en pobreza, y 9.4 millones de personas en situación de pobreza extrema. Si estos datos se comparan con los objetivos planteados por el Gobierno actual, se trata de sacar de la pobreza a casi la mitad de mexicanos que se encuentran en esta situación.
La meta prevista en el plan de Gobierno para el sexenio forma parte del eje general de “Bienestar”, que tiene como objetivo “garantizar el ejercicio efectivo de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, con énfasis en la reducción de brechas de desigualdad y condiciones de vulnerabilidad y discriminación en poblaciones y territorios”.
Para comprobar que el diagnóstico y proyecciones en materia social contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) del sexenio se cumplieron, se aplicará la metodología de evaluación multidimensional, es decir, se analizarán los niveles de satisfacción de alimentación, vivienda, servicios básicos, seguridad social, rezago educativo y salud, y que estará a cargo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Objetivos a cumplir
Para garantizar el ejercicio efectivo de los derechos “con énfasis en la reducción de brechas de desigualdad y condiciones de vulnerabilidad y discriminación en poblaciones y territorios”, el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 prevé once objetivos.
Entre los que sobresales la educación, para ello se plantea como meta aumentar el número de egresados de educación básica. Pasar de 94.8% a 98% en primaria. Mientras que en secundaria de 80% a 85%. Y para educación superior, en el documento el cuadro del indicador está incompleto y no se puede observar la meta.
Respecto a la salud, el plan se compromete a la meta de reducir la mortandad materna y pasar de una tasa de 34 a 30.4. También disminuir la carencia de acceso a los servicios de salud y pasar de 15.5% a 11.5% al finalizar el sexenio.
También pretende disminuir la obesidad infantil y lograr que el porcentaje de niños y niñas, de entre 5 y 9 años cumplidos, cuyo Índice de Masa Corporal (IMC) es mayor o igual a 25 kg/m2, disminuya a 25.2% cuando actualmente se encuentra en 33.3%.
En materia laboral, plantea disminuir la tasa de informalidad laboral, y pasar de 56.58% a 54.67%. También aumentar el porcentaje del salario mínimo real respecto a la línea de bienestar urbana familiar y pasar de 59.44% a 83.36%, es decir, recuperar el poder adquisitivo de los salarios.
En el eje de atención prioritaria a “grupos históricamente discriminados mediante acciones que permitan reducir las brechas de desigualdad sociales y territoriales”, se prevé disminuir la brecha de desigualdad en carencias promedio de hablantes de una lengua indígena de 1.334 a 0.667. Mientras que entre las personas con alguna discapacidad, bajar la brecha de desigualdad de 0.216 a 0.108.
Además, disminuir el promedio de carencias que enfrentan los grupos de atención prioritaria con enfoque de ciclo de vida (niños, jóvenes y adultos mayores) y pasar de 0.860 a 0.576 en la medición.
Sobre el acceso a la cultura se pretende llevar cultura a 92.9% de los municipios con incidencia delictiva alta y muy alta, toda vez que actualmente sólo se han incluido 8.1% de los municipios.