El exgobernador de Coahuila podría hundir a grandes grupos políticos
Asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y fraude, son las causas por las cuales Jorge Torres López, exgobernador de Coahuila, fue capturado el pasado 5 de febrero en Puerto Vallarta; con su aprensión, grandes grupos políticos podrían verse incriminados por las declaraciones de Torres López.
El exmandatario priista, quien sustituyó a Humberto Moreira en la administración estatal, fue capturado en el centro comercial “La Isla”, sin oponer resistencia alguna.
Actualmente, es reclamado en extradición por el gobierno de Estados Unidos por los delitos de lavado de dinero y fraude bancario, así como asociación delictuosa. En la página de la Administración para el Control de Drogas (DEA) Torres aparece como uno de los fugitivos más buscados, aunque un juez federal mantiene detenida su extradición.
A decir de quienes conocen personalmente a Jorge Torres López, es un hombre de carácter débil que estaría dispuesto a entregar a cualquiera con tal de librarse de la cárcel.
Fuentes cercanas a su familia, así como excompañeros de trabajo de Torres López, que hablaron con medios de Coahulia a condición del anonimato, coincidieron, en entrevistas por separado, en afirmar que los cómplices del también exalcalde de Saltillo deben estar “muy preocupados” por lo que aquel pueda “confesar” ante las autoridades.
“Te aseguro que todavía no lo subían a la camioneta (cuando lo arrestaron) y ya estaba hablando”, dijo una de las fuentes, quien afirmó que justamente el “pánico” que le provocaría al ex mandatario la posibilidad de ir a la cárcel sería la causa de que se encuentre en la situación actual.
Lo buscaban desde 2013
De acuerdo con la información de medios locales, la fiscal federal Julie Hampton habría presentado un caso penal en contra de Jorge Torres el 14 de noviembre de 2013 y de éste habría derivado una citación para que el exgobernador se presentara a declarar, citación a la cual Torres López respondió con una petición para que los funcionarios judiciales de Texas se trasladaran a Coahuila a recoger su testimonio.
El 5 de junio de 2014 la petición del exgobernador fue rechazada por la jueza Janice Ellington, a partir del informe de un agente del Servicio Tributario Interno de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés), en el cual consta que, entre enero de 2012 y julio de 2013, Torres López y Carlota Llaguno habrían viajado hasta en 14 ocasiones a los Estados Unidos.
“El gobierno ha demostrado que, antes de ser acusado penalmente, Torres viajaba de manera rutinaria a Estados Unidos, lo que indica que ahora permanece fuera del país de manera deliberada para evitar que se le someta al proceso penal”, dijo la jueza en su oportunidad, tras lo cual declaró a Torres López prófugo de la justicia estadounidense.
Las fuentes consultadas coincidieron en afirmar que Torres López habría preferido ser declarado culpable, y perder toda posibilidad de volver a viajar a Estados Unidos, en donde incluso posee una casa desde hace muchos años, antes de correr el riesgo de ir a la cárcel.
Cuatro años y medio después, sus peores temores se han materializado, pues hoy se encuentra detenido y enfrenta un proceso que podría culminar -pese a la suspensión provisional que un juez de amparo le concedió este jueves- con su extradición a los Estados Unidos.
No solamente el temor a permanecer en prisión podría llevar a Jorge Torres a “entregar” a quien hiciera falta para librarse del castigo, o al menos para disminuirlo al mínimo, sino también el hecho de “se siente traicionado”, afirmó una de las fuentes.