El PAN en búsqueda de un líder que salve a su partido
Al partido conservador en México aún le duele el recuerdo del primero de julio. Después de que su anterior dirigente, Ricardo Anaya, tuviera una atropellada carrera por la presidencia del país, la fuerza política ha quedado no solamente debilitada, también dividida. Entre los panistas más clásicos, los de la nueva escuela y los neoliberales, están pujando para encontrar un líder capaz de salvar a lo que queda de Acción Nacional.
Desde las elecciones presidenciales ya se estaban moviendo las fichas para elegir al nuevo presidente del panismo nacional. Uno de los primeros requisitos de los grupos con más fuerza dentro del partido era retirar toda autoridad de Ricardo Anaya y sus amigos. Y es que Damián Zepeda quedó a cargo de la fuerza conservadora, siempre con una tendencia a favorecer a los anayistas. Durante estos meses, se evaluó expulsar a Anaya y sus secuaces para limpiar al partido.
Los principales interesados en apoderarse de Acción Nacional eran los calderonistas. Se trata de un grupo de panistas con acercamientos directos con el PRI y que estaban al servicio de los intereses del expresidente y aún panista, Felipe Calderón. Ahora se sabe que hay tres contendientes fuertes: Marko Cortés, Héctor Larios y Moreno Valle. Todos tendrán un mes para convencer a la militancia y hacerse con un cargo que brilla por su complejidad.
Todo parece indicar que los movimientos estratégicos del michoacano Marko Cortés lo mantienen como el gran favorito al puesto. Desde antes de que se votara por el nuevo presidente de México, Cortés ya empezaba a generar acuerdos y asegurarse núcleos panistas para la votación que se hará en noviembre de este año. Parece ser que la previsión del michoacano ha funcionado y Héctor Larios, panista de antaño, ha dado a entender que se unirá a Cortés antes que a competir contra él.
¡Estamos listos para ser la fuerza política constructiva y propositiva que México necesita! Acción Nacional es su militancia, sus principios y sus causas. ¡Por eso soy orgullosamente panista! pic.twitter.com/cgAkyERmiJ
— Marko Cortés (@MarkoCortes) September 7, 2018
Para contender por la presidencia panista, cada postulante tendrá un tope de 5 millones de pesos para gastos de campaña. La idea es que recorran el país convenciendo a la militancia para hacerse con su voto. Recordemos que con Ricardo Anaya las cosas no operaban así. El queretano se empeñó en ignorar la opinión de sus militantes, lo que se tradujo en un severo castigo en las urnas por parte de los panistas regados por el mapa nacional.
Pero hay otra persona interesada en hacerse con el poder dentro del partido. Se trata de Rafael Moreno Valle, el exgobernador de Puebla y ahora acusado de fomentar el huachicoleo y operar un fraude electoral para que su esposa ganara las elecciones poblanas. Moreno ha intentado imponer su poder entre los gobernadores panistas para ganar simpatías y hacerse con una fuerza considerable para el día de la elección interna.
Según los estatutos de Acción Nacional para elegir a su nuevo líder, se deben recolectar mínimo 28 mil firmas de militantes conservadores. Estos apoyos ciudadanos no podrán hacerse en una misma zona, por lo que los interesados en el cargo deberán peregrinar por distintas zonas del país. Recordemos que en las pasadas elecciones solamente Guanajuato y Puebla se mantuvieron como estados en donde el panismo aún tiene ligeras fuerzas.
En resumen, parece que Moreno Valle continuará como senador mexicano y será Marko Cortés el próximo presidente nacional del PAN. Recordemos que los calderonistas perdieron poder hace meses y Felipe Calderón ha soltado acusaciones de corrupción a Cortés por tener acceso a la planilla total de militantes panistas, en lo que parece ser un control total de la elección interna.