Sentencian a sacerdote pedófilo que protagonizó el documental Agnus Dei

El juzgado 55 en materia penal de la Ciudad de México, el pasado ocho de marzo, emitió un resolutivo condenatorio en contra del sacerdote en activo Carlos López Valdez, por abuso sexual de un menor. Lo condenan a 63 años en prisión.

Es una condena histórica en México, y un viejo caso conocido que incluso fue llevado al cine, con aplausos de la comunidad nacional e internacional, de la mano de la realizadora Alejandra Sánchez.

El documental Agnus Dei: cordero de dios (2010), retrata los abusos que Jesús Romero Colín sufrió a manos de López Valdez durante años. El inicio de la historia, tuvo lugar en 1994, cuando Romero Colín era monaguillo en la iglesia de San Judas Tadeo, en el centro de la Ciudad de México, y donde López Valdez oficiaba misas.

“Afortunadamente ya se otorgó esta sentencia de 63 años, creo que es una cuestión simbólica no sólo en mi caso sino para todas más víctimas, que vean qué hay esperanza; quisiera invitarlos a que denuncien”, Jesús Romero Colín pic.twitter.com/mopiouWGQs

— Cencos (@cencos) March 13, 2018

“Un día (López Valdez) le pidió permiso a mis papás para que me dejaran pasar un fin de semana con él. Al anochecer me pidió que me acostara con él a pesar de que había dos recámaras más. Sentí algo muy raro el que yo fuera a dormir con un sacerdote en la misma cama, era como si yo no pudiera compartir ese lugar, que a pesar de estar fuera de la parroquia estaba, al menos para mí, impregnado de algo sagrado. Yo me puse mi pijama para dormir, pero él me dijo que eso era antihigiénico, que me la quitara. Obedecí con mucha pena, ya que nunca había estado desnudo delante de alguien que no fuera mi mamá”, narra Jesús Romero.

En la noche, cuando él ya dormía, las manos del sacerdote se deslizaron por su cuerpo hasta sus genitales. Él tenía 11 años. Esa dinámica se prolongó por años sin que nadie, ni la propia familia del afectado, sospecharan nada.

Un día le descubrieron el sacerdote una caja llena de fotografías de menores desnudos, algunas eran del propio Jesús Romero, pero otras eran de jóvenes que él no conocía, y en algunas aparecían otros curas: “supongo que pederastas también, que le pedían más fotos mías. Entonces, él las intercambiaba”, comenta el afectado.

El cura Carlos López no solo abusaba de sus monagillos, también los fotografiaba para intercambiar las imágenes en una red de pornografía infantil; pagará condena de 63 años https://t.co/omrYyc5ueq pic.twitter.com/kI4dmjGlwT

— Sin Embargo MX (@SinEmbargoMX) March 14, 2018

Las investigaciones de la periodista Sanjuana Martínez, que en 2006 publicó en libro, bajo el sello Mondadori con el nombra Manto Púrpura, detallan que durante 1994 y 1999, años en los que Jesús Romero, y presumiblemente otros niños, fueron abusados por el padre López Valdez, al menos dos obispos en activo estaban enterados de la situación: al sacerdote le gustaba fotografiarse con ropa interior de mujer, y llevar a los monaguillos a su casa de Cuernavaca donde se desnudaban todos en una alberca.

Estas fueron parte de las pruebas que en 2007 Jesús Romero presentó como parte de su denuncia penal en contra del cura: fotografías donde aparecía desnudo, o en tanga, con el pene del entonces niño Jesús Romero, en la boca.

Pese a la contundencia de las pruebas, el caso nunca pudo cerrarse, hasta ahora. Fue una lucha de diez años en la que, abogados y clérigos movieron sus influencias para detener el caso. El propio Jesús Romero da cuenta de las acciones de Armando Martínez, abogado personal de Norberto Rivera, para que el caso se estancara. Voceros del episcopado dijeron que él sólo quería “dinerito”.

Incluso en 2013, Jesús Romero le envió una carta al papa Francisco, en donde relataba sus cuitas. La misiva fue respondida de puño y letra del clérigo, y le pidió perdón a nombre de la iglesia. Sin embargo: “ni la iglesia ni la autoridad civil querían cooperar, incluso querían desestimar mi denuncia. Fue una guerra de once años que ya he ganado, y creo que esta nueva sentencia es un aliciente para que otras víctimas de abuso levanten la voz y no pierdan la esperanza de que puede haber justicia”.

Por otro lado, la Arquidiócesis Primada de México, a través de un comunicado, ratificó que tendrá tolerancia cero a casos de pederastia, y se pronunció a favor de la procuración de justicia en este sentido: “manifestamos nuestra plena disponibilidad para colaborar con las autoridades en procurar la justicia en la sociedad”, dijo.