El fiscal general de México se eligirá hasta el final del gobierno de Peña
México está en rojo ante el tema de la designación de su próximo fiscal general. Los partidos políticos están peleando la forma en la que será elegido, y las instituciones civiles y organizaciones ciudadanas están poniendo especial atención en que el presidente mexicano, Enrique Peña, no sea el que elija al próximo fiscal del país.
La figura que sustituirá al procurador general de la República se está llenando de polémica y, para evitar que el escándalo sobre quién será el elegido continúe, el presidente de México ha señalado el día de hoy que no se eligirá a nadie en este año. La designación de este cargo se hará hasta después de las polémicas y competitivas elecciones presidenciales del 2018, aclaró.
“Si no hay condiciones para definir a alguien que tenga el perfil idóneo para esa responsabilidad, creo que difícilmente estaremos en condiciones para definir un fiscal, tendremos que esperar a que ocurra la elección de julio del próximo año, para que entonces se decante un poco la efervescencia y busquemos realmente algo distinto”, dijo el priísta.
El tema del fiscal general se ha visto manchado por el famoso “dedazo”, es decir, que el presidente elige entre sus contactos o amigos a una figura que pueda servirle en el futuro ante acusaciones de corrupción. Ante esta peligrosa designación partidista, llena de intereses, las fuerzas políticas mexicanas, exceptuando al PRI, están alarmando sobre el proceso con el lema #FiscalCarnal.
Y es que el ex director de la PGR, Raúl Cervantes, personaje bastante allegado al presidente mexicano, era el favorito para ocupar el cargo que se extendería hasta el 2027. Por las presiones y un conflicto interno del partido, Cervantes renunció el día de ayer, lo que obligó al presidente a aplazar la importante designación de este cargo.
“Creo que él (Raúl Cervantes) más bien tomó la decisión de retirarse de la Procuraduría, y dijo, ‘a ver, ni quiero ser parte de este juego ni prestarme a que haya especulaciones y sólo ser alguien que con esas polémicas desgaste a la institución’”, comentó Peña ante los medios.
Aún con eso, Peña no ha comentado sobre el proceso para votar a una persona que cumpla con criterios aptos para el cargo, es decir, que sea apartidista y que no demuestre trabajar para intereses personales, que es básicamente lo que la ciudadanía y los demás partidos exigen.
“Se generó una enorme polémica por estar ahí sobre si se habría de aprobar, yo creo que falsamente una especulación que creció notablemente de si habría un pase automático del actual procurador o de quien era procurador. Yo creo que las credenciales que tiene quien era nuestro procurador, es un gran profesional del derecho, sus credenciales eran muy positivas”, dijo, justificando su búsqueda de imponer a Cervantes en el puesto.
La caída del #FiscalCarnal es un triunfo de la sociedad civil.
Estaremos atentos a que no nos sorprendan con un #CarnalSustituto. pic.twitter.com/Rzu7n6gr0O
— Ahora (@ahora_mx) October 16, 2017
Sin embargo, expertos aseguran que el fiscal debería designarse antes de las elecciones presidenciales del 2018, llamadas a ser las más competitivas en la historia reciente de México. “No coincido con el presidente con que deberíamos dejar esta discusión una vez que hayan pasado las elecciones”, dice la directora de Fundar, Haydée Pérez, “debemos encontrar la manera de blindar este proceso de la pugna electoral”.
Además, y para meter presión desde el lado ciudadano, un enorme grupo de actores, abogados, activistas están integrando el colectivo #PorUnaFiscalíaQueSirva. Solicitan en un video el realizarle una “cirugía mayor” a la PGR para crear una verdadera fiscalía autónoma que reduzca la impunidad. Tienen incluso una petición en Change.org para exijir que el primer fiscal general sea electo mediante un proceso público en donde participe la sociedad civil.