9,000 documentos contradicen lo que sabemos del caso Colosio
Han pasado ya bastantes años desde que un balazo en la frontera mexicana cambiara el tablero político mexicano. Donaldo Colosio era un candidato presidencial del PRI que estaba ganando bastante fama antes de las elecciones. En marzo de 1994, en un barrio de Tijuana, alguien disparó en contra del economista mexicano y su muerte abrió paso a que Ernesto Zedillo llegara a la presidencia de México, quien era su coordinador de campaña. El resto es historia, pero lo que pasó ese día sigue siendo confuso.
Nuevos documentos que permanecían reservados nos muestran varios datos desconocidos por los mexicanos. El primero de ellos es que el principal acusado de la muerte del priista, Mario Aburto, cambió su declaración inicial días después de haber reconocido el atentado. En esta otra declaración, el joven que tenía 22 años y trabajaba en una maquiladora aseguró que fue presionado y torturado para declarar que había accionado el arma ese día.
La versión oficial indica precisamente eso: que Aburto actuó en soledad ese día, movido por motivos personales y siendo financiado por un grupo político. Lo cierto es que Aburto señala en estos nuevos documentos que fue presionado por policías, quienes lo golpearon hasta lograr su declaración inicial. Además, el entonces joven michoacano declaró que le dieron de beber un líquido que lo dejó inconsciente.
Ese día en Tijuana, la sangre de Donaldo Colosio manchó la ropa de varias personas que ayudaron a cargarlo para ser atendido en un hospital. Dos balas entraron en su cuerpo: una en la cabeza y otra más en el estómago. Las imágenes del primer disparo se compartieron rápidamente en televisión, el medio de comunicación más inmediato de la época. Una de las personas manchadas con la sangre de Colosio era un misterioso agente del Cisen, la policía política del gobierno mexicano.
Este personaje no formaba parte de las investigación inicial y tampoco de la verdad histórica sobre esa tarde marzo en Tijuana. Los documentos que consultó Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revelan que este agente fue entrevistado sobre la mancha de sangre que tenía en su manga de su chaqueta. El hombre aseguró que sí era sangre de Colosio y que estaba en su ropa después de rozarse con alguna persona que ayudó a cargar al priista atacado.
Otro gran dato revelador en estos documentos es que este agente del Cisen aseguraba no estar armado ese día. Declaró que solamente estaba atento a la campaña del priista para informar sobre las giras electorales, pero después de un análisis se encontró la presencia de pólvora en sus manos. Esta información la revela una investigación de MCCI.
Las declaraciones fueron clave para sentenciar a Mario Aburto a 45 años de prisión. El mismo partido oficial condenó la muerte de su candidato y pujó para que el joven fuera sentenciado. Parte de los datos que utilizó la policía en ese momento eran las declaraciones de la novia de Aburto y algunos de sus primos. En estos nuevos documentos, se confirma que también cambiaron sus versiones, después de que los policías prácticamente dictaran lo que tenían que decir.
Los archivos revelados son más de 9,000 y permiten conocer más a fondo lo que pasó esa tarde que sacudiría la política en México durante los noventas. Seis años después del atentado en donde murió Donaldo Colosio, el PRI perdió el poder presidencial que mantuvo durante más de 70 años. Esta y más información contradicen lo que pasó el día que murió Colosio, un hombre que prometía un cambio radical en México.
Mira toda la información en esta nota de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.