Felipe Calderón y un gobernador ordenaron callar una violación masiva
Se trata de un caso de brutalidad militar, en donde al menos tres hombres violaron a Ernestina Ascencio (73 años), una mujer indígena de Veracruz. En su momento, el gobierno calderonista y el gobierno estatal de Fidel Herrera (del PRI) desecharon los resultados del perito que revisó el cuerpo de la víctima. Todo sucedió en 2007 y, bajo órdenes presidenciales, el gobernador obligó a que se cambiará la causa de muerte a anemia.
El perito que revisó el cadáver de Ernestina revela que sufrió presiones por parte de Fidel Herrera para cambiar sus resultados. Asegura que el cuerpo tenía muestras seminales de al menos tres personas distintas, por lo que no habría razón alguna para señalar que murió según la versión oficial. El testimonio indica que la presión por cambiar la historia venía directamente desde la presidencia de Calderón.
Ernestina fue encontrada con múltiples desgarros internos y lo único que alcanzó a mencionar, en náhuatl, fue “pinome xoxome” (los hombres vestidos de verde). La brutalidad que vivió la mujer indígena deja ver la impunidad y abusos de elementos del ejército mexicano en varias zonas indígenas del país. La guerra antidrogas del panista estaba por empezar y casos como este manchaban la imagen de sus soldados.
Felipe Calderón anunció públicamente que la muerte de esta mujer fue por “gastritis crónica”, pero semanas antes el gobernador veracruzano había prometido dar con los responsables de un feminicidio atroz, mencionando la violación y muerte de Ernestina. Después de las palabras del expresidente, Fidel Herrera cambió su versión a una simple gastritis.
Incluso el encargado nacional de los derechos humanos en ese entonces, José Luis Soberanes, también reforzó la versión calderonista de una muerte por gastritis. Esto deja claro que se forzó a todos los involucrados para retirar la evidencia sobre la violación grupal y posterior muerte violenta de la mujer indígena. Como castigo, los peritos que revisaron el caso fueron sancionados (uno de ellos fue despedido de inmediato).
Además de la agresión sexual, el cuerpo de Ernestina había sido amarrado y presentaba golpes la cabeza, los brazos y las piernas. Incluso los primeros dictámenes médicos apuntan a una agresión sexual, pero tiempo después cada dato fue cambiado para ajustarse a la versión presidencial. Felipe Calderón no ha comentado nada al respecto.
Con información de Pie de Página.