Cevallos y estos dos abogados iniciaron el derrumbe nacional del PAN
No es ningún secreto que el Partido Acción Nacional o simplemente PAN no atraviesa por el mejor de sus momentos. La crisis electoral podría llevarlo a enfrentar una estrepitosa derrota este año en dos de sus bastiones más fuertes: Puebla y Baja California. En el caso del segundo, el Acción Nacional ha gobernado ininterrumpidamente desde 1991, con la histórica victoria de Rufo Appel. El PAN se enfrenta ahora a la aplanadora de Morena, sin embargo, detrás de la crisis hay culpables.
La debacle moral, política y electoral del PAN
Las encuestas más recientes pintan un panorama complicado para Morena en dos de sus bastiones: Baja California y Puebla. El partido blanquiazul tiene muchas posibilidades de perder estos estados ante Morena, la fuerza política más fuerte del país. Añadido a esto, de los cuatro estados que eligen presidentes municipales y diputados locales, el PAN sólo ganaría Aguascalientes y Tamaulipas. Morena tiene posibilidades de conquistar Quintana Roo y Durango, el primero sumido en una severa crisis de violencia desde el 2018.
Una de las razones que han abonado al declive del partido de derecha, es que gradualmente ha ido perdiendo credibilidad ante la destrucción de su característica mesura y moralidad. Se argumenta que el alejamiento de sus principios fue lo que contribuyó a la desaparición de la imagen que conservaba como el partido de la honestidad y la probidad. La decadencia del partido está directamente relacionada con las dos últimas elecciones, especialmente la de 2018.
Los culpables de la crisis
Los responsables de la crisis del blanquiazul tienen nombre y apellido y se remontan a mucho antes de la actual crisis. En un primer lugar, se podría hablar de Diego Fernández de Cevallos, un personaje no poco polémico y controversial. Entre los sucesos más destacados se encuentran su alianza con Carlos Salinas de Gortari, y su enriquecimiento personal a través del tráfico de influencias mientras fungió como abogado particular.
A Cevallos le sigue Antonio Lozano, un abogado que estuviera al frente de la Procuraduría General de la República durante el gobierno de Ernesto Zedillo. Lozano fue responsable de la farsa de la Paca, una vidente contratada supuestamente para encontrar los restos del diputado tamaulipeco, Manuel Muñoz Rocha. El diputado Muñoz, fue acusado en su momento del delito de asociación delictuosa y es considerado como uno de los autores intelectuales detrás del homicidio de José Francisco Ruíz Massieu. Lozano fue involucrado en 2016, al caso Padrés, exgobernador de Sonora, se le acusó de haber recibido 4 millones 640 mil pesos por parte del exmandatario ahora en prisión. El hecho más destacado de su carrera fue la detención de Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Otra figura importante responsable del desastre panista es el exsecretario de gobernación, Fernando Gómez Mont. El abogado, fue asesor en el pasado de los expresidentes Ernesto Zedillo Ponce de León y Carlos Salinas de Gortari, situación que abonó a la pérdida de credibilidad del partido de derecha. A esto se suma que el exsecretario renunció al partido sin siquiera haber sido militante registrado del mismo. Gómez Mont fungió como diputado federal en la LV Legislatura, miembro de la Comisión Federal Electoral, sucesora del extinto IFE. Es cercano a Lozano, junto con el que investigara los homicidios de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruíz Massieu. Su sucesor fue Francisco Blake Mora, fallecido en un accidente de helicóptero el 11 de noviembre de 2011.
Finalmente, y no menos importantes, figuras como Vicente Fox y su esposa Martha Sahagún, que junto con sus hijos, fueron parte de importantes señalamientos por corrupción. Felipe Calderón, en cuyo sexenio se inició la guerra contra el narcotráfico, declarada como terminada por Obrador y que ha cobrado miles de vidas desde hace una década. Gobernadores como Sergio Estrada Cajigal y Marco Antonio Adame, acusados de vínculos con el crimen organizado en Morelos.
La maquinaria electoral morenista
En resumen, un cúmulo de personalidades poco deseables que han convertido al PAN en lo que es hoy, un partido inestable, al borde de la fractura y con cada vez menor electorado. El blanquiazul se perfila a perder dos gubernaturas de las doce que detenta. Su competidor más cercano, el PRI, ni siquiera figura como un contendiente real. Morena tiene todas las de rememorar a la aplanadora política que alguna vez fue el PRI en el siglo pasado.