Detectan otra Estafa Maestra en la era Peña Nieto: faltan 730 millones
En una tercera entrega, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sacó a la luz un nuevo esquema de triangulación de recursos, parecido a la denominada Estafa Maestra, mediante la cual se podrían haber desviado 730 millones 385 mil pesos.
Según la investigación, en dicho fraude participaron la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Diconsa, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y Pemex Exploración y Producción (PEP).
Cómo se armó la estafa
El modo de operación fue el siguiente, las dependencias federales presuntamente realizaron convenios con universidades y entes estatales para malversar fondos; pese a que ya existían sospechas por este tipo de contratos, debido a la falta de claridad y diversas irregularidades.
El organismo explicó que bajo este esquema, las empresas subcontratadas emitieron un supuesto comprobante fiscal, por una prestación de bienes o servicios, y en contraparte la requirente, presuntamente recibió de conformidad los servicios.
Sin embargo, la investigación de la ASF dio a conocer que la mayoría de las empresas requirentes no contaban con la infraestructura, capacidad y dominio del área para la cual fueron contratadas; o incluso eran fantasmas; aunque contaban con el alta en Hacienda.
Vale indicar que el organismo aseveró que gran parte de los comprobantes fiscales cumplen con todos los requisitos legales, pero dan cuenta de una operación, en la mayoría de los casos, inexistente e incluso los domicilios legales de algunos proveedores no existen.
También, la ASF detectó que dichos domicilios correspondían a otras personas morales, donde los apoderados y representantes legales son los mismos, o se encuentran sancionados por el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Otros faltantes en la era Peña Nieto
Respecto a las instituciones implicadas en el caso de la Sedatu, resaltan dos convenios que celebró con la Universidad de Campeche y Televisora Hermosillo (Telemax), en los cuales pudo haberse dado operaciones fraudulentas.
Presuntamente, la universidad recibió 85 millones 321 mil pesos, que dispersó en cuatro empresas, dos de las cuales reportaron al SAT que no tuvieron operaciones en 2017; mientras que Telemax obtuvo 40 millones de pesos a través de dos convenios que desvió hacia dos empresas incorporadas en el Estado de México, una de las cuales no se encontró en su domicilio fiscal.
Otros convenios polémicos de esta dependencia fueron tres celebrados con la Universidad Politécnica de Tlaxcala por 188 millones de pesos por distintos servicios, escuela que subcontrató a cinco personas morales, por 182 millones de pesos para realizar todos los servicios.
Respecto a otros convenios, la propia Sedatu, en conjunto con Banobras, la Sagarpa y PEP celebraron sospechosos convenios con el Instituto Tecnológico Superior de Centla, en Tabasco, un modesto centro académico.
La ASF reveló que, durante 2017, las citadas dependencias entregaron 78 millones 114 mil pesos del gobierno federal, con motivo de los convenios celebrados con la escuela tecnológica.
Sin embargo, este instituto nunca tuvo los recursos humanos y materiales para cumplir con los convenios y subcontrató a 20 empresas por 72 millones de pesos, algunas de las cuales también eran fantasmas.
También Diconsa celebró convenios con el Fondo de Fomento y Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad Autónoma del Estado de México (Fondict-UAEM) y el Instituto Tecnológico Superior de Cosamaloapan (ITSCO), con valor de 537 millones 596 mil pesos entre 2016 y 2017.
De esta forma, la ASF estimó un monto total de perdida por 378 millones 566 mil pesos, debido a sobrecostos absurdos, asignaciones irregulares de contratos, falta de documentación y esquemas de subcontratación fraudulentos.
Faltan millones en Sedesol
Vale indicar que no es la primera vez que la ex titular de Sedesol, Rosario Robles se ve implicada en estafas cometidas por supuestos convenios con empresas inexistentes; según la ASF en 2013, Sedesol trianguló más recursos con un solo convenio con una universidad.
La investigación resaltó que, el equipo de trabajo de Robles utilizó el Fondict-UAEM para triangular cientos de millones de pesos de la Cruzada Nacional Contra el Hambre y detectó irregularidades por 2 mil 377 millones de pesos en su gestión al frente de la paraestatal.
El organismo contralor encontró que algunos de los montos desviados se hicieron para los programas Un Cuarto Más, Cuarto Rosa, así como en la construcción de Ciudades de las Mujeres en varias entidades.
Pero los gastos excesivos, no sólo se dieron en supuestos programas sociales, también se trasladaron a otros ámbitos como la compra de mercancía publicitaria como llaveros, mochilas, sombreros e impermeables, para lo cual gastó 81 millones de pesos.
En este caso, la Sedatu compró estos insumos a la Corporación Mexicana de Impresión, S.A. de C.V. (Comisa), empresa que no tiene ese giro de negocio y a su vez subcontrató a cuatro empresas “fantasma” por 77 millones de pesos.
También es necesario precisar, que cinco ex funcionarios de la dependencia argumentaron ante el diario Reforma, que alguien falsificó sus firmas para celebrar convenios y desviar cientos de millones de pesos en 2016.
Con información de Proceso y Reforma