AMLO no está muy interesado en impulsar las energías renovables
El gobierno federal mediante el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) canceló definitivamente la subasta para la adquisición de energía para la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El Consejo Coordinador Empresarial había solicitado al gobierno que se continuara con la cuarta subasta de adquisición de energía. Esto resultaría en una inversión de mil 600 millones de pesos para la construcción de centrales principalmente renovables, informó El Economista.
Se canceló la cuarta subasta debido a que se observaron diversos conflictos de interés en los participantes de este proceso. Por ejemplo, en julio de 2016, la compañía ibérica Iberdrola contrató a Felipe Calderón como miembro independiente del consejo de administración de su empresa filial llamada Avangrid.
La subasta había estado en pausa desde el 3 de diciembre, mientras la CFE, la Cenace y la Secretaría de Energía analizaban sus alcances y objetivos. Los interesados podrán solicitar una reconsideración, sin embargo eso no asegura que se vayan a modificar las disposiciones impuestas por el gobierno.
En comparación a la subasta anterior, este año se había duplicado el número de empresas que buscaban comprar energía. En las primeras tres subastas de 2015, 2016 y 2017, el gobierno logró el segundo mejor precio a nivel global de venta de energía renovable en promedio: 20.5 dólares por megawatt la hora. También consiguió inversiones de 9 mil millones de dólares y capacidad de instalar 7 mil 519 megawatts, esto es 10 por ciento de la capacidad actual.
Las tres subastas permitieron que 42 empresas construyeran en 22 entidades nuevas centrales de tecnología fotovoltaica y eólica, principalmente. También se comprometieron a repotenciar plantas hidroeléctricas, geotérmicas y de bioenergía.
Subastas son el mejor método para invertir en energías renovables
REN21, la red global que analiza política energéticas globales, ha considerado que las subastas son una de las mejores prácticas para desarrollo de energías limpias y proyectos de gran escala. El año pasado, en el mundo se pasó 36 a 67 países que comenzaron a utilizar este método para comprar energía.
Las subastas de largo plazo permiten que suministradores de servicios básicos y gobiernos logren contratos para satisfacer la demanda de energía que se deben cubrir en cada territorio. Estos contratos fijan un precio y así se paga por la generación de energía, principalmente renovable, que se espera sea más barata con el tiempo.
La Ley de Transición Energética pide que todos los participantes del sector eléctrico prueben que consumieron o generaron al menos 5 por ciento de energías limpias en el 2019. Se espera que en el 2022 este número llegue al 13.9 por ciento, según la modificación que hizo la Secretaría de Energía en 2017.
También se canceló el proceso de compra de energía a cinco empresas. CFE Suministrador de Servicios Básicos, Iberdrola Clientes, Servicios de Energía México Syem, Menket, FSE Suministradora Fénix y Tuto Energy Trading.
Con información de El Economista.