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Transición entre Peña y AMLO costara 150 millones

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A dos días de que Andrés Manuel López Obrador se convirtiera en el presidente electo de este país, los acercamientos entre lo que será su nuevo gobierno, y el saliente de Enrique Peña Nieto se presentan más urgentes; tan pronto como el Instituto Nacional electoral declare formal y legal ganador de las elecciones al tabasqueño, su equipo dispondrá de 150 millones de pesos para llevar a cabo la transición. Este dinero está pactado en el Presupuesto de Egresos de la Federación y fue la misma cantidad que se le otorgó a Peña seis años antes.

Estos recursos están pactados en el conocido Ramo 23, y tienen la finalidad de garantizar una transición ordenada y continua, que no ponga en entredicho las tareas y los programas oficiales, ya en curso por parte del gobierno saliente. El dinero sirve básicamente como apoyo a la transición, y al traspaso del gobierno.

Apoyan al nuevo gabinete en lo que será el modelo y planeación del Plan Nacional de Desarrollo, la Ley de Ingresos, el Presupuesto de Egresos y otros programas gubernamentales; así como “el desarrollo de actividades preparatorias que permitan crear condiciones propicias para el inicio de su encargo”, dicta un párrafo del artículo 3, del decreto en cuestión.

De acuerdo a lo establecido por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), los 150 millones deberán ser erogados hasta el 1 de diciembre, y hasta ese día, el equipo de Andrés Manuel tendrá para reportar el destino de los recursos. Éste será auditado por la ASF.

Como dijimos arriba, este monto fue el mismo que se le asignó a otros presidentes en el pasado, como Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. A la entrada del primero, en 2006, a este monto económico se le denominó “partida presupuestas correspondiente al cambio de transición”, y después simplemente Fondo para la Transición.

Nuestro país es uno de los que toman más tiempo para cambiar de un gobierno a otro, luego de una elección presidencial. El tiempo de transición es de 86 días que equivale a cinco meses. Sin embargo, gracias a una reforma impulsada por Enrique Peña Nieto en 2014, para acortar ese lapso, los nuevos presidentes, a partir de él, tendrán un periodo menor al de los seis años para gobernar.

La reforma establece que los próximos presidentes dejen su cargo el 30 de septiembre, para que el sucesor lo tome el 1 de octubre; así lo tendrá que hacer López Obrador el 30 de septiembre de 2024. Sin embargo, no tomará el cargo el 1 de octubre, sino el 1 de diciembre, como se estila; por tal, Obrador gobernará dos meses menos que sus antecesores.

Ya hubo acercamiento con Alfonso Navarrete

El actual secretario de gobernación, Alfonso Navarrete Prida, informó que ya hubo un primer acercamiento con el equipo del presidente electo, que tuvo como propósito programar los próximos encuentros entre el equipo de Peña y el de AMLO, y para discutir los temas más urgentes de política interna.

“Yo hablé ayer con Olga Sánchez Cordero y seguramente en los próximos días tendremos la posibilidad de generar encuentros metódicos para que vaya tomando información ella y Tatiana Clouthier de lo que es la Secretaría de Gobernación y los temas de política interior», reveló para Reforma el actual secretario de gobernación.

Agregó que la transición de gobiernos se dará de forma ordenada, y que a diferencia de pasadas elecciones, el país está en calma y eso ayudará a un trance pacífico entre los dos gabinetes.

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