AMLO recibirá una crisis laboral para los jóvenes creada por Calderón y Peña
Es bastante difícil pensar que hace unas décadas un mexicano podía asegurarse un trabajo fijo con prestaciones antes de los treinta años. Para los jóvenes mexicanos en la actualidad, los bajos salarios, la falta de oportunidades y la competitividad laboral son una cruz con la que cargan cada día. No solo eso, también los programas educativos han generado tan poca evolución que el abandono escolar en México ha alcanzado cifras alarmantes.
Esta problemática escaló durante el sexenio de Felipe Calderón, un católico-conservador que llegó al poder prometiendo ser el presidente del empleo. Para terminar liquidando las ilusiones de varias generaciones que iban entrando al mundo laboral, Enrique Peña Nieto llegó al poder en 2012 para sumir aún más en la precariedad las intenciones de un buen empleo para los jóvenes mexicanos. Todo esto habrá de heredar el gobierno de López Obrador.
El tabasqueño que arrasó con las preferencias electorales de hace unas semanas tiene una tarea increíblemente difícil para dotar de seguridad estudiantil a millones de mexicanos y también para buscar la manera de generar trabajos dignos que puedan garantizar una calidad de vida estable. Y es que los jóvenes no abandonan la escuela solamente por pereza o falta de interés dentro del sistema educativo mexicano, también influyen problemas económicos, falta de oportunidades y problemas de seguridad en aulas de algunas zonas rojas del país.
¿Cómo se determinan los salarios y el ingreso de las personas? ¿Qué tanto el estatus socioeconómico y de pobreza se transmite de generación a generación? El estudio de la movilidad social permite dar respuestas a esas preguntas
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— El Colegio de México (@elcolmex) July 19, 2018
A pesar de los estudios universitarios, los salarios de profesionistas jóvenes ha descendido durante las últimas dos presidencias. Antes de que Calderón entrara al poder, una joven con estudios de licenciatura podía ganar 8,100 pesos al mes, en promedio. Ahora, sus salarios alcanzan apenas poco más de 5 mil pesos mensuales. Si el panista inició el daño a la microeconomía de los jóvenes, Peña aceleró la crisis. Con salarios cada vez más bajos, las empresas solicitan jóvenes cada vez más capacitados para pagarles el mínimo. En capitales como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, estos salarios son imposibles para llevar una vida digna.
Estos números son el resultado de una investigación realizada por la cámara de senadores. El reporte del Instituto Belisario Domínguez señala que la deserción escolar mantiene cifras alarmantes. En tan solo un año, un 15% de adolescentes ha abandonado sus estudios para laborar en empleos informales o de empleados sin prestaciones de ley ni seguro social. Esto contrasta con la cifra que indica un avance del 75% en jóvenes que incrementan sus estudios más allá de la preparatoria. Con estudios o no, al ingresar al mundo laboral se gana muy poco.
Otro gran problema es la corrupción y el nivel socioeconómico. De repente los puestos con mejores salarios han sido cedidos a hijos de familias importantes, ya sea en lo económico o político. Además, muchos de los puestos de gerencias o direcciones han sido ocupados por familiares de personas importantes dentro de las empresas o instituciones, y muchas veces se eligen perfiles poco aptos para el puesto y los miles de jóvenes preparados son ignorados, a pesar de sus capacidades.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador pretende dar un giro en esta tendencia. Para el tabasqueño, lo más importante es generar estabilidad económica para los jóvenes mexicanos. Para iniciar con los proyectos, ha señalado que pondrá fin a la reforma educativa y que generará un programa de becas para que los jóvenes que no estudian ni trabajan puedan aprender un oficio y hacerse con un empleo, según sus capacidades.