AMLO deja en claro que su gobierno no irá tras Rosario Robles
El político mexicano que prometió terminar con la corrupción no quiere tocar a los peces gordos del PRI. Después de décadas pregonando una batalla contra la mafia del poder, Andrés Manuel López Obrador ha logrado la presidencia de México y quiere dejar en claro que su gobierno no hará una cacería de priístas con pasado polémico. En cada entrevista posible lo deja más claro.
Uno de los personajes del PRI con mayor historial de acusaciones por desvío de recursos es Rosario Robles. La experredista que trabajara en el mismo partido que López Obrador se ha convertido en la gran aliada del presidente Enrique Peña Nieto para administrar los fondos federales destinados a programas sociales. Tanto en la Sedesol como en la Sedatu, la priísta ha dejado huecos financieros valorados en miles de millones de pesos.
Con fuerte evidencia a través del reportaje La Estafa Maestra y otras investigaciones periodísticas, el futuro de Rosario Robles parecía destinado a investigaciones profundas en su contra y una posible captura para enfrentar la justicia. Con la elección de Obrador, el tabasqueño ya confirmó que no irá detrás de Robles ni ningún famoso político.
Para el futuro presidente, los esfuerzos del periodismo independiente por comprobar cómo Robles participó en desvíos millonarios son poco válidos para aplicar justicia. En declaraciones que han torcido la mueca de sus votantes, Obrador asegura que todas estas pruebas en contra de Robles son solamente un circo. Con esto, se ignoran años de investigación que claramente apuntan a que las dependencias a cargo de la priísta siempre han estado sometidas a acusaciones de robos millonarios.
Cualquier forma de manipulación es cuestionable. Ahí tienen al diario @Reforma, que saca de contexto las declaraciones de #AMLO y las pública incompletas.
Dice Obrador que las acusaciones contra Robles son un circo porque no van al fondo y no cuestionan a los jefes (léase @EPN) pic.twitter.com/5MSxUj6FZW
— Vero Islas. (@lovrega) September 15, 2018
Claramente, Rosario Robles niega absolutamente todo y ha retado al gobierno de izquierda que entrará en México este primero de diciembre a que la investiguen “hasta debajo de las piedras”. Si bien el caso de Robles es uno de los más sólidos para ver cómo el gobierno peñista desvió recursos públicos para fondos privados, el tabasqueño insistió en que a su compañera en el PRD se le usa de chivo expiatorio.
Pero la negativa a iniciar un proceso penal en contra de Rosario parece solamente ser defendida por Obrador. Ya en las cámaras legislativas se ha comentado la creación de comisiones especiales dedicadas totalmente a la revisión profunda del trabajo de Robles como miembro importantes del gabinete peñista. La perredista ha acumulado una fortuna en los últimos seis años y no hay puesto en el que no tenga acusaciones de saqueo al dinero público.
Por lo tanto, no se explica porqué el político tabasqueño que más ha prometido justicia contra lo que llama la mafia del poder tome esa actitud de menosprecio ante la evidencia que se acumula contra Robles. Lo cierto es que la llegada de un fiscal general autónomo generaría un distanciamiento de la opinión presidencial y podría avanzar en investigaciones contra Robles. La principal evidencia en su contra viene de la auditoría superior de la federación, en donde está comprobado que Rosario Robles sabía de los desvíos millonarios.
Obrador asegura que las acusaciones en contra de Robles son simples distractores del gran problema. Hay jefes que están absorbiendo todo ese dinero y nadie habla de ellos, sugirió el tabasqueño. Pero no dejó en claro nombres ni rostros, generando que sus seguidores cuestionaran completamente su estrategia del perdón. La mención se contradice cuando Obrador mismo asegura no ir detrás del presidente Enrique Peña.