Vicente Fox incrementó su fortuna durante los sexenios de Calderón y Peña

Después de terminar un sexenio clave para la historia de México, Vicente Fox sí se recluyó en su rancho. El hombre que marcara el cambio en la línea presidencial pasó de la administración federal a la administración empresarial. Con empresas como UST Global de México S.A. de C.V. y Mymland S.A. de C.V., el político guanajuatense y su familia se han hecho millonarios en menos de diez años.

La idea de Fox por no soltar el poder queda clara cuando vemos su participación en empresas que no eran ni medianamente exitosas hasta que su nombre y el de su esposa, Marta Sahagún, aparecieron en los contratos. Desde que Felipe Calderón llegara a la presidencia, estas dos empresas empezaron a acumular contratos con el gobierno, pasando por encima de otras empresas que cobraban menos y representaban un ahorro para el gobierno.

Vamos a poner un ejemplo. La empresa Mymland S.A. de C.V. se encarga de transportes nacionales. Con una flota de automóviles dedicados al transporte de bienes, vehículos y documentos, esta empresa de hasta 500 empleados empezó a ganar contratos millonarios cuando Fox se unió como accionista. En una licitación en 2014, dos empresas similares compitieron para ganar un contrato para trasladar bienes de la SAE. La empresa de Fox llegó con una propuesta al menos 50 millones más cara y aún así la ganó. Los otros competidores denunciaron de inmediato.

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Este tipo de movimientos empresariales son constantes para las empresas ligadas a la familia Fox. Pero los favoritismos no solamente comprenden el sexenio de Calderón. También cuando el PRI retomó el poder, las empresas de Vicente Fox siguieron adquiriendo contratos jugosos que incrementaron la fortuna del primer panista en la presidencia y su familia. Entre los premiados estaban su esposa y su hijo, Rodrigo Fox de la Concha.

Por eso mismo es que Vicente ha declarado su apoyo total a las reformas de Enrique Peña Nieto y ahora mismo es un entusiasta total del candidato presidencial del PRI, Antonio Meade. Lo hace por dos motivos: 1) mantener sus contratos con el gobierno y 2) seguir recibiendo una pensión presidencial vitalicia que rebasa los 5 millones anuales. Ante esto, Fox ha declarado que sin su pensión se quedaría pobre. Esto es totalmente falso cuando revisamos los contratos de UST Global S.A. de C.V.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, esta empresa dedicada a la tecnología digital recibió contratos por al menos 14 millones de pesos. Un ejemplo claro es el contrato celebrado entre UST Global y el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI). La idea era hacer una plataforma de transparencia y se le dieron más de 6 millones de pesos a la empresa en donde Fox fungía como socio. El resultado fue catastrófico: la plataforma nunca salió a la luz.

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Hay al menos otros tres contratos entre el gobierno de Peña y esta empresa en donde Fox está asociado. Los montos van desde un millón hasta 5.7 millones de pesos. Con esto, el político de Guanajuato podría haber cometido al menos dos delitos graves de cohecho. La ley establece que un funcionario público no pueden recibir obsequios mayores a 800 pesos. En este caso, Fox asegura que le regalaron el total de acciones de otra empresa: Transportes FL S. A. de C. V.

Esta empresa también se vio beneficiada después de que Fox entrara de lleno en ella. La pena para personas que se compruebe hayan participado en este delito será de hasta 14 años de cárcel. Con esto queda claro porque el guanajuatense se ha inclinado por que continúe en el poder un gobierno priísta.

Para conocer más a fondo sobre esta trama, los periodistas Raúl Olmos y Valeria Durán lanzaron el libro Fox: negocios a la sombra del poder.