AMLO lanza fuerte crítica a Peña Nieto: México está «en bancarrota»
El actual y el futuro presidente de México han intentado mostrar una imagen de amistad y colaboración que parecía demasiado buena para ser verdad. A pesar de que han procurado trabajos de entrega-recepción formales y cooperativos, se empiezan a ver ciertos comentarios de quejas entre López Obrador y Enrique Peña Nieto. Como próximo presidente, el tabasqueño está viendo la calidad de país que deja el priísta mexiquense.
El resumen de lo que Obrador ha visto se resume en una palabra: bancarrota. Para el próximo presidente de México no hay otra forma de explicar lo que está por recibir en materia económica, después de un sexenio en donde se privilegió el derroche, el nepotismo, el desvío de recursos y la corrupción. Con estas prácticas como eje de acción, era obvio que habría quejas sobre los números rojos que deja la posible última presidencia del PRI.
El principal esfuerzo de Morena, el partido ganador en la última elección, es el de ahorrar la mayor cantidad de dinero posible para impulsar programas sociales y reformas energéticas para salvar al país desde abajo, desde la población civil. Si bien todo esto era cómodo mientras se mantuviera en promesa de campaña, la realidad es que México no cuenta con el material presupuestal para duplicar las pensiones a adultos mayores, las becas a jóvenes sin empleo, la apertura de nuevas refinerías y el alto a los aumentos en el precio del petróleo y el IVA.
López Obrador se había aguantado pero lo ha dejado claro: el país lleva décadas en bancarrota y buena parte de la queja está dirigida a la forma en la que el gobierno de Enrique Peña ha derrochado dinero público. A pesar de la cara de desencanto y el tope con la realidad, el tabasqueño ha prometido cumplirle a la sociedad en la mayoría de sus promesas de campaña. Al menos las más populares, ya que el morenista dejó en claro que no se cuenta con recursos suficientes para cumplir todo lo prometido.
#Video: Peña Nieto nos dejará la deuda más grande de la historia. Entre amortizaciones e intereses, en cinco años y medio, hemos pagado más de 225 mmdd. "La flamante administración de nuestro presidente saliente nos endeuda 85% arriba de lo esperado": @brozoxmiswebs. pic.twitter.com/vS2vorwQQm
— ONEA México (@oneamexico) September 12, 2018
“Son muchas las demandas”, aclaró Andrés Manuel ante sus votantes en Nayarit. Los esfuerzos de Morena por aplicar su plan de austeridad en prácticamente todos los puestos y recintos públicos parece ser que no son suficientes para llevar a cabo un ambicioso plan que pretende transformar al país en tan solo seis años. Para lograr la famosa cuarta transformación, estandarte electoral del tabasqueño, se necesita mucho mucho dinero. La realidad es que el país está más endeudado que capacitado para surtir solución a las promesas.
Recordemos que el gobierno de Peña Nieto ha sido señalado por aumentar la deuda extranjera a niveles récord. Pareciera que al priísta no le interesó en absoluto pagar un poco de la deuda heredada por sus antecesores e incrementó el adeudo a al menos 10 mil millones de pesos. Con estos números rojos, Obrador acepta que será difícil encaminar su cuarta transformación con la agilidad con la que esperaba.
Cada mexicano tendría que pagar 18 mil pesos para que México no sea uno de los países más endeudados del continente americano. Durante cada sexenio, a partir de la primera mitad de los años noventas, los presidentes no han hecho más que incrementar el adeudo. Para el primero de diciembre de este año, López Obrador heredará la deuda más grande de la que se tiene registro en el México moderno.
Para calmar las cosas, Obrador ha prometido no más gasolinazos, no incremento al IVA, no al alza a los precios del gas y la luz eléctrica. A pesar del panorama difícil, el tabasqueño sigue firme en su ideal de cambiar radicalmente al país.