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Tensión racial e incertidumbre en elecciones italianas

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En las elecciones italianas de hoy, más de 46 millones ya están votando; son quizá las elecciones más importantes e inciertas que ha tenido Italia en mucho tiempo, por una variedad de razones; la primera: 630 diputados del Parlamento están siendo elegidos, y todos aquellos votantes con más de 25 años, también tienen que votar para los 315 senadores que componen la Cámara Alta.

La segunda: las crecientes tensiones por inmigración y la beligerancia de grupos radicales islamitas han derivado en un fortalecimiento de discursos fascistas; se calcula que alrededor de 120,000 inmigrantes llegaron a Italia en 2017, casi todos de raza negra provenientes de Ghana, Mali y Nigeria.

De hecho, el once de febrero pasado, miles de italianos marcharon por las calles de Macerata, una pequeña ciudad italiana, en protesta por actos de odio en contra de negros e islamitas; y es que un joven de 28 años, llamado Luca Traini, que había contendido en varias elecciones locales, el tres de enero pasado abrió fuego desde su auto contra un grupo de refugiados africanos.

Luca Triani tenía vínculos con el partido de extrema derecha conocido como la Liga del Norte; unas horas después del tiroteo, fue encontrado en su casa envuelto en una bandera italiana, desvariando, y con un arma con licencia al lado suyo, además de con una copia del Mi Lucha, autobiografía de Adolf Hitler.

Aunque no logró matar a nadie, enfrenta al día de hoy una posible condena de hasta 20 años en prisión; según Triani, estaba intentando vengar el asesinato de una joven italiana de nombre Pamela Mastropietro, cuyo cuerpo fue encontrado desmembrado en una maleta. Las autoridades judiciales iniciaron una investigación en contra de un nigeriano: Innocent Oseghale por este caso, lo que disparó la ira de Triani.

Este mismo partido, La Liga del Norte, encabezado por Matteo Salvini, es el que está aliado en coalición con Forza Italia, que fundó Silvio Berlusconi. Dado a que Berlusconi no puede contender para primer ministro por los escándalos de fraude fiscal de hace unos años, el candidato a primer ministro es Antonio Tajani. Esta coalición es la que ha logrado consolidar el mayor porcentaje de preferencia en las encuestas: 36%.

La promesa de este gobierno de coalición es la de deportar a medio millón de refugiados y migrantes. Por otro lado, el partido Demócrata de Mateo Renzi es el que se encuentra más rezagado en la preferencia.

El tercero es el partido Movimiento Cinco Estrellas (M5S), encabezado por Luigi Di Maio, de tradición populista, que ha logrado posicionarse como el partido único más fuerte en las elecciones. Aunque su postura es de central derecha, expertos en la materia han declarado que con los años el partido ha desarrollado un discurso más radical y eurocentrista.

Aunque todos los partidos tienen una fuerza política importante, ninguno ha alcanzado en las encuestas el 40% de apoyo que se requiere para formar el gobierno. De acuerdo al Ministro Interior, la participación para las elecciones sería cercana al 58%, lo que significa que el 30% restante, de aquellos indecisos al voto, tendrían la última palabra en la balanza.

Hasta el momento, la situación en las urnas italianas transcurre con relativa tranquilidad; excepto para Berlusconi. Al medio día de hoy una activista del grupo Femen se presentó a la mesa electoral con el torso desnudo y gritando la consigna de: “Berlusconi, tu tiempo se ha acabado”.

Otro incidente electoral se presentó en Palermo: hubo 200,000 papeletas con errores, lo que ha causado que las elecciones ahí se suspendan hasta que las papeletas correctas lleguen. El presidente del senado, Pietro Grasso, criticó con dureza este error: “es inaceptable que exista este tipo de errores en el día más importante para la democracia italiana. Espero que eso no desanime a los votantes”.

Por último, las elecciones de hoy son las primeras que se desarrollan bajo una nueva ley electoral, la conocida como Rosatellum, aprobada el año pasado, y que busca garantizar la gobernabilidad, proponiendo un sistema mixto de elecciones, en el que el 36% de ambas cámaras será asignado por un sistema mayoritario; mientras que el 64% restante, por uno proporcional.