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El peligro de un golpe de estado en Zimbawe es cada vez mayor

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Aunque el ejército de Zimbawe ha asegurado que la fuerte presencia de sus fuerzas en las calles de la capital no tiene que ver con una insurgencia, y que la seguridad del presidente, Robert Mugabe, está asegurada, el peligro de que en verdad ocurra un golpe de estado en el país africano es cada vez mayor.

Y es que tras una jornada tensa y violenta en la región, el ejército de Zimbawe tomó las instalaciones del canal televisivo ZBC, y dirigió un mensaje a la nación en el que aseguraban el bienestar del presidente, y subrayaban que su actividad bélica se debía a que estaban detrás de los criminales que rodean al presidente, y no contra él: “tan pronto como hayamos cumplido nuestra misión, esperamos que la situación regrese a la normalidad”, aseguró el portavoz.

Sin embargo, tanto los medios de comunicación, como el secretario general del principal partido de la oposición: el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC-T), Douglas Mwonzora, aseguran que el ejército se encuentra en proceso de tomar el mando de la nación.

El paradero del presidente más viejo del mundo (tiene ya 93 años y está al mando de Zimbawe desde 1980) hasta donde se sabe, es su propio domicilio, y se encuentra gestionando un salvoconducto para su esposa Grace, así lo informó la televisión pública de Sudáfrica SABC.

Durante la noche de este martes y la madrugada de hoy se registraron explosiones y actividad bélica en la capital, y se pudieron observar tanques en movimiento. Esto ocurre un día después de que, Constantine Chiwenga, jefe de las fuerzas armadas, amenazara con tomar medidas correctivas si continuaba la purga de veteranos en el partido, y las tensiones políticas derivadas de la búsqueda del sucesor de Mugabe.

Desde las primeras horas de hoy, el Ejército de Zimbawe tomó el acceso de varios edificios gubernamentales de Harare, la capital, como aquellos que albergan la oficina del presidente, el Parlamento y el Tribunal Supremo. De igual forma, a lo largo de las autopistas que conectan a la capital con la zona metropolitana, están tomadas por el ejército.

Douglas Mwonzora, por otro lado, aseguró en la televisión que indudablemente está ocurriendo un golpe de estado: “lo que estamos viviendo es la definición misma de golpe de estado, ¿qué otra cosa sería si no esto?”, y agregó que la intervención del ejército obedece al profundo resentimiento que existe contra Mugabe y su esposa Grace; pidió también a los ciudadanos que tuvieran cuidado, que la situación no era normal.

Pese a lo delicado de la situación, se reporta que los negocios y la vida en Harare siguen su curso con naturalidad, y que no hay mucho tráfico; otro de los momentos clave se dio la semana pasada, cuando fue destituido el vicepresidente: Emmerson Mnangagwa, y que era el sucesor natural del presidente. Se señala que la directora de estas purgas era la propia esposa de mugabe, y primera dama, Grace, ya que buscaba asegurar su camino al poder de la nación.

La destitución de Mnangagwa desató inmediatamente la potencia del ejército, y a través de redadas fueron detenidos hoy por los militares de Zimbawe: el ministro de Finanzas, Ignatius Chombo; el titular de Educación Superior, Jonathan Moyo; y el titular de Obras Públicas y comisario político del partido gobernante (el Unión Nacional Africana de Zimbabue – Frente Patriótico) Saviour Kasukuwere.

Los tres fortmarían parte de un grupo conocido como el G40, que busca destituir a los veteranos de la guerra de independencia –como Mnangagwa– para impulsar a Grace Mugabe. Para ayudar a resolver la situación el presidente sudafricano Jacob Zuma, anunció que enviará a su Ministro de Defensa y a su titular de Seguridad, Nosiviwe Mapisa y Bongani Bongo respectivamente, para dialogar con los mandos de las fuerzas armadas.