¿Quién toleró tanta factura falsa? Dos hombres de Peña Nieto en el SAT

¿Quién toleró tanta factura falsa? Dos hombres de Peña Nieto en el SAT

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Ahora que sabe que hubo una maquinaria bien estructurada dedicada a la venta de facturas para evadir impuestos en México. El país dejaba de recabar miles de millones, mientras los gobiernos se dedicaban a otros temas y veían cómo las arcas públicas no recababan lo debido. El obradorismo llegó a prohibir a las empresas factureras, pero queda la duda: ¿Quién toleró tanta factura falsa?

Las facturas falsas se hicieron tremendamente populares en el sexenio de Enrique Peña Nieto y dos nombres suenan por su silencio sobre el tema. Se trata de los encargados en ese entonces del sistema tributario nacional, Osvaldo Santín y Aristóteles Núñez. Ambos habrían dejado pasar las afectaciones esta red, es decir, la dejaron funcionar libremente, sin perseguirla ni condenarla.

Este fraude estaba tan bien organizado que permitió acumular el 70% de los hechos de corrupción en México, señaló el procurador Carlos Romero. La estructura no era lenta ni opaca, se sabe de al menos 10,000 personas involucradas en esta trama que ha pegado al país por un monto mayor a 500,000 millones de pesos. El obradorismo aseguró legalmente que la práctica fuera castigada con la mayor severidad, avanzando también por los responsables.

La labor de los dos funcionarios de la era Peña Nieto también se revisa con lupa. Y es que un sistema de desvío tan descarado debió de haber sido al menos notificado por Núñez y Santín, dos peñistas de los que se sabe poco. Uno de ellos fue colocado en el SAT directamente por Luis Videgaray, uno de los peñistas más señalados por corrupción; mientras que Aristóteles Núñez fue colocado por Enrique Peña.

Ambos son del corte preferido del PRI: itamitas, aliados del partido y a las órdenes de sus superiores (Núñez trabajó en diversos cargos para el expresidente cuando era gobernador y Santín estaba a completa disposición del que fuera secretario de hacienda y luego canciller). Es justo en la administración de ambos, una después de la otra, en donde el obradorismo detecta la mayor cantidad de situaciones opacas.

Los factureros podrían pasar hasta 16 años en la cárcel, en una avanzada inédita para hacer que México cobre correctamente los impuestos a las grandes empresas. Y es que al menos quince de ellas adeudan más de 50,000 millones de pesos, comentó hace unos meses López Obrador. La estrategia es ya no permitir la condonación de impuestos ni tampoco las facturas falsas, una piedra en el zapato de los tiempos recientes.


Con información de La Política Online.