Enrique Alfaro puso a un fiscal acusado de abuso de poder y tortura

Enrique Alfaro puso a un fiscal acusado de abuso de poder y tortura

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Las cosas en Jalisco se han salido de control. Los manifestantes ciudadanos han encontrado violencia, amenazas, represión y desaparición forzada al intentar salir a protestas a las calles. El ambiente es sumamente complejo, después de que el gobernador aseguró que el narcotráfico puede estar inserto en la policía que cuida las calles. Pero hay que mirar más atrás, y es que Enrique Alfaro puso a un fiscal acusado de abuso de poder y tortura.

Se trata del que fuera procurador estatal, Gerardo Octavio Solís Gómez, un hombre que acumulaba acusaciones por prácticas ilegales mucho antes de ser propuesto para fiscal. Quien lo apoyó para conseguir el cargo fue Enrique Alfaro, desestimando completamente los señalamientos en su contra. Este dúo recuerda mucho a Felipe Calderón nombrando policía máximo de su guerra a Genaro García Luna (también con acusaciones previas).

Octavio Solís trabajó como procurador estatal de 2001 a 2006, en donde se le ha señalado por ordenar detenciones arbitrarias y tortura como método de investigación. Los agentes a su cargo aplicaron brutalidad policiaca, abuso de la fuerza y lesiones a varios detenidos para que confesaran. Desde un inicio, organizaciones ciudadanas y organismos defensores de derechos humanos pidieron a Enrique Alfaro que no lo nominara como futuro fiscal.



El congreso local también ignoró las acusaciones que mantiene Octavio Solís y fue designado como fiscal, cargo en el que actualmente permanece. Enrique Alfaro incluso lo ha defendido como a un cercano, después de que fueran policías ministeriales los que agredieran, torturaran y secuestraran jóvenes en las calles de Guadalajara. “El fiscal no dio la orden”, dijo el gobernador, horas después de asegurar que la fiscalía no acató su orden.

Jalisco es la casa de uno de los cárteles más peligrosos del país, por lo que las palabras del gobernador, sobre su posible control sobre la policía local y ministerial, podría generar más desapariciones forzadas. Octavio Solís acumula 816 acusaciones de tortura durante su cargo como procurador estatal, aún así se le ha dado el poder para controlar las marchas de protesta contra Alfaro.

Víctimas cuentan los abusos


Víctimas de los agentes de Octavio Solís afirman que aplicaban tortura de distintas formas. Se daban golpes a personas esposadas, asfixia con bolsas de plástico y toques eléctricos (todas estas prácticas las denuncian también los jóvenes detenidos en las marchas de Guadalajara en los últimos días). Además, informan que los elementos del fiscal de Jalisco aplican tortura con la introducción de agua en diversas partes del cuerpo. Aún así, se le dio el cargo.

“Jalisco tendrá un fiscal con una amplia trayectoria en el servicio público y con responsabilidades del más alto nivel en nuestro estado; Gerardo Octavio ha sido procurador general de justicia, secretario general de gobierno y exgobernador del estado, confío en su experiencia y su compromiso para recuperar la paz y la tranquilidad de los jaliscienses”, comentó Enrique Alfaro para proponerlo, a pesar de las evidencias de cómo ha torturado jóvenes. 

Con información de Reporte Índigo.