El PAN quiere recibir todos los votos de desencanto por Morena
Estamos en el punto más alto de contagios de la pandemia de covid-19 y aún así las estrategias electorales no paran. El panismo mexicano está analizando su lugar en el tablero político, sus planes para los siguientes doce meses y sobretodo sus rostros para ofertar en 2021. Con una crisis de credibilidad y un expresidente suyo acusado de encubrir narcotraficantes, el PAN quiere recibir todos los votos de desencanto por Morena.
La estrategia de Marko Cortés ha calado poco en la sociedad mexicana, quienes ven al panista como un claro opositor al obradorismo pero sin propuestas de peso para las elecciones intermedias. Con 14 gubernaturas vacantes y renovación general en ambas cámaras legislativas, los azules quieren captar a todas las personas que han perdido la fé en el partido que ganara todo en el 2018.
Morena no solamente se hizo con la presidencia en 2018, con apenas cuatro años de vida, el partido guinda también se hizo con varios gobiernos estatales, alcaldías y una inesperada mayoría en la cámara de senadores y diputados. Pero desde que el obradorismo entró en funciones, los problemas internos en el morenismo han mermado en su popularidad. Aún así, el partido que creó López Obrador se mantiene como el favorito para 2021.
El PAN sabe esto y quiere aprovechar cualquier estrategia para quitarle plazas a los morenistas en el senado y las curules de San Lázaro. Sus intenciones de una gran alianza para tumbar al partido del presidente ha fracasado, después de que Movimiento Ciudadano, uno de sus grandes aliados en 2018, les cerrara las puertas. Ahora Marko Cortés se concentra en sumar micropartidos como Futuro 21 o los ciudadanos desencantados con la cuarta transformación.
Esta estrategia de depender de los descontentos pone al panismo en un clima de incertidumbre, es decir, su estrategia se basa mucho en que el partido guinda falle. Morena ya tiene nuevo presidente nacional y el partido acaba de donar 50% de su presupuesto anual para luchar contra el coronavirus (una medida que el PAN no quiso hacer y que les costó en su imagen nacional, ya de por sí golpeada por los escándalos de García Luna y Felipe Calderón).