García Luna vendía cargos de comandante en la policía a 50 mil dólares

García Luna vendía cargos de comandante en la policía a 50 mil dólares

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El gran policía del calderonismo se prepara para un juicio que sacudirá al sistema político mexicano. Con 30,000 piezas de evidencia en su contra y testigos del narcotráfico listos para hablar, Genaro se enfrenta a una posible cadena perpetua, a menos que colabore como testigo protegido. Ahora se sabe que García Luna vendía cargos de comandante o director en la policía a 50 mil dólares.

La corrupción del gran amigo de Felipe Calderón llegó a puntos impensables en el país. Hace poco se supo que lavó más de 50 millones de dólares en al menos once paraísos fiscales y que, además, colaboró para traficar droga a Estados Unidos. Lo que no se sabía a fondo era su corrupción interna cuando fue secretario de seguridad en el último sexenio del PAN. Ahí dentro logró hacerse de un grupo selecto de policías corruptos que lo cuidaban.

Se les conoce como los “doce apóstoles” y no eran más que elementos policiacos que habían sido dados de baja por reprobar controles de confianza, pero que pudieron acceder a altos cargos de comandancia o direcciones gracias a sobornos. García Luna les pedía siempre pagos en dólares, ya que no le gustaba ser corrupto en pesos mexicanos. Por lo que vendía los puestos policiacos más altos en al menos 50,000 dólares.

Esta información la revela Javier Herrera Valles, que ocupó un alto cargo como comandante de la policía federal. Ahí descubrió, señala, que Genaro García Luna era el primer facilitador de protección especial a ciertos grupos criminales y que, además, tenía a su alrededor a doce personajes de dudosa reputación haciendo su trabajo sucio. Todos habrían comprado sus puestos, dando un total de 600,000 dólares en sobornos para el policía calderonista.

Estos doce personajes tenían un pasado de acusaciones de nexos narcos. Pero no solo eso, Herrera Valles señala que con el tiempo fueron insertados en altos mandos policiacos más y más personas de dudosa reputación, aparentemente por el mismo esquema de sobornos. Mientras tanto, se libraba una guerra simulada en las calles del país que favorecía al cártel sinaloense y dejó más de 250,000 muertos. 

Con información de Eme Equis.