En la guerra de Felipe Calderón se usó a miles de policías como carnada
Los mexicanos no sabían demasiado de guerras. Después de la cristera, pocas estrategias bélicas impactaron a toda una nación, hasta que llegó a la silla presidencial un michoacano que se dedicó a justificar su gobierno con un combate armado en contra de rivales del cártel sinaloense. Y es que en la guerra de Felipe Calderón se usó a miles de policías como carnada.
Los fuegos cruzados y los ataques directos a elementos policiacos fueron la orden del día durante más de una década. Si bien la guerra calderonista suma más de 250,000 mexicanos muertos y más de 40,000 personas desaparecidas, buena parte de estas cifras las resintió la policía, con miles de sus elementos atacados, secuestrados, torturados, baleados o desaparecidos. Ahora se sabe que la guerra defendió a un mismo cártel.
Los pactos de Genaro García Luna con el narcotráfico hicieron que la guerra antidrogas de Felipe Calderón fuera una mera simulación, en donde se fabricaron avances, se ensayaron pesquisas y se enviaron a miles de policías municipales y estatales al matadero para simular avances contra el crimen. La información la revela la periodista Anabel Hernández y el comandante Javier Herrera Valles.
Uno de los hombres al tanto de los operativos de García Luna revela que desde un inicio se sabía que toda la guerra era una farsa. “Se anunciaban los operativos como para prevenir a los delincuentes, no se hacían labores de inteligencia y se ponía en riesgo a los compañeros policías”, comenta Valles, recordando los tiempos cuando fue nombrado comisario general de la policía federal.
Valles recuerda una escena de la guerra, en donde un convoy de 50 sicarios atravesó 300 kilómetros de carreteras federales con el único objetivo de asesinar a la mayor cantidad de policías posibles en Sonora. La misión terminó con cinco uniformados mexicanos asesinados, lo que generó la destitución del comisario anterior y dio paso a Herrera Valles como el nuevo estratega de la policía federal.
La periodista mexicana Anabel Hernández revela que los pactos entre el gobierno calderonista y el cártel sinaloense garantizaban un andar seguro para los líderes del Pacífico, mientras que sus rivales, y las fuerzas policiacas de los estados que controlaban, sufrieron los ataques más fuertes. El recuento apunta a 600 militares muertos y 1,270 policías asesinados por las consecuencias de Luna y Calderón.
Con información de Eme Equis.