Lozoya y Videgaray hacían fraudes con OHL, mucho antes de la era Peña Nieto
Todo parece indicar que desde que el peñismo entró al poder empezaron los saqueos y la red de corrupción. Pero lo cierto es que documentos e investigaciones dejan ver que los fraudes y la ilegalidad priista empezó mucho antes de la era Peña Nieto. Para enterderlo completamente se debe mirar al dinero que se inyectó en la campaña del priista, que venía justo de esos actos ilícitos planeados por dos personajes: Lozoya y Videgaray.
El par no solamente se alió para el fraude usando a OHL, ambos eran grandes amigos. Luis Videgaray y Emilio Lozoya eran participantes activos de esta empresa española (con fuerte presencia en nuestro país, específicamente en el Estado de México). Desde ahí orquestaron un sistema financiero para inflar los activos de la empresa en la bolsa mexicana de valores, en donde recibieron fortunas por esta ilegalidad. Ahí empezó todo.
El dinero de este fraunde los enriqueció personalmente, además de que una parte la inyectaron en la campaña presidencial de un gobernador priista, adicto a las cámaras y siempre bien peinado, que quería gobernar el país y regresar a su partido a lo más alto. Enrique Peña Nieto se alió con Videgaray y Lozoya, sumando una fortuna a su campaña y haciendo de este par sus más grandes aliados. A uno lo nombró secretario de hacienda y al otro le entregó la dirección de Pemex.
Pero no fueron los únicos. Para entender este fraude bursatil hay que nombrar a otro personaje priista: Gerardo Ruiz Esparza. El que fuera ministro de obras en la era Peña Nieto también fungió como el gran orquestador de estas ilegalidades con OHL en varias conseciones carreteras en el Estado de México. Mentir cifras en la bolsa mexicana de valores es ya un delito de alta corrupción, pero ahora que se sabe que estas ganancias se inyectaron en la campaña de Peña Nieto todo se viene encima de los priistas.
Tanto Luis Videgaray como Gerardo Ruiz Esparza se encuentran aún libres, mientras que Emilio Lozoya y los altos mandos de OHL ya están siendo investigados por la justicia. Todo este caos de corrupción tiene como sede el Estado de México, el gran territorio que aún controla el PRI y que sirvió como laboratorio para medir la línea política y económica que aplicaría Peña Nieto en su sexenio. Hoy, el expresidente está escondido.
Con información de Proceso.