Juicios de García Luna y Emilio Lozoya pueden hundir a dos expresidentes

Juicios de García Luna y Emilio Lozoya pueden hundir a dos expresidentes

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Las acusaciones en contra de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se acumulan desde hace años sin avances considerables. Pero con la reciente detención de sus grandes aliados (Genaro García Luna y Emilio Lozoya) la estabilidad de los expresidentes mexicanos parece tambalear más que nunca. Las declaraciones de ambos son claves para saber si el michoacano y el mexiquense realmente sabían de los casos de corrupción que se les acusa.

Los juicios que tendrá cada personaje pueden sacudir completamente el panorama político nacional y es que todo parece indicar que hablarán. Los abogados de García Luna han señalado que su cliente se va a declarar inocente, por lo que habrá de dar los datos suficientes para aclarar que él no fue el encargado de toda la corrupción que se le acusa. Lozoya parece seguir la misma línea, y es que hace unos meses su abogado apuntó a Luis Videgaray y Enrique Peña como complices, según su cliente.

A García Luna se le acusa de proteger a un cartel del narcotráfico, mientras orquestaba cada movimiento de la lucha antidrogas de Felipe Calderón. Los sobornos que recibió del narcotráfico tocan a otros altos mandos del calderonismo, asegura su abogado, mientras que el expresidente michoacano niega totalmente saber algo al respecto. Lozoya es el principal acusado de recibir los sobornos por parte de Odebrecht, “no se mandaba solo”, dijo su abogado.

Tanto Peña Nieto como Felipe Calderón ya analizan sus opciones legales para los próximos meses, y es que este 2020 parece el gran año para la detención de altos mandos de la corrupción institucional en el país. Con Rosario Robles y Javier Duarte en prisión, todo apunta a que las capturas van a continuar, mientras la fiscalía ignora la petición de López Obrador de un “borrón y cuenta nueva”. Además, la ciudadanía espera ya la consulta ciudadana en donde se votará por perseguir legalmente o no a los exmandatarios.

El caso clave parece ser el de García Luna. Antes de ser la mano derecha de Felipe Calderón, el policía e ingeniero trabajó en cargos de gran importancia en materia de seguridad en el sexenio de Vicente Fox. El panista que gobernó a partir del 2000 y hasta 2006 abrió las puertas a que Luna se hiciera de gran poder en corporaciones de seguridad y espionaje del entonces gobierno conservador.