Donald Trump se retracta y ahora suplica por la paz
El presidente estadounidense ha declarado públicamente que su intención al matar a un alto mando militar iraní era calmar las cosas. Con el país unido prometiendo venganza en contra del ejército estadounidense, el magnate republicano ha aprovechado todas sus apariciones públicas para evadir la idea de que se busca iniciar una guerra.
Trump fue el encargado de mandar a asesinar a Qasem Soleimani. La Casa Blanca declaró rápidamente que esta decisión era totalmente orden del presidente, por lo que algunos extremistas iraníes ya han puesto un precio de 80 millones de dólares por la cabeza del presidente. Esta decisión bélica es una de las peores de la administración trumpista.
Ahora el republicano asegura que no ha habido bajas fuertes para sus tropas en medio oriente, por lo que asegura que la ausencia de ataques certeros de grupos iraníes es una muestra clara de paz para el mundo. Hace unas horas se reportó un ataque con misiles cerca de la embajada estadounidense en este territorio.
Lo cierto es que su tono bajó demasiado, asegurando que no permitirá que Irán se haga con armas nucleares mientras él sea el presidente. Este último comentario claramente deja ver las estrategias electorales para su reelección detrás de las últimas decisiones polémicas. Irán aún así ha prometido sangre y venganza en contra de Estados Unidos, un país que mantiene tropas armadas en esta nación.
“Bajo mi dirección, las fuerzas militares de Estados Unidos eliminaron al principal terrorista mundial, Qasem Suleimani, responsable absolutamente de las peores atrocidades”, dijo Donald Trump. La idea es justificar rápidamente sus acciones, que ya generaron desestabilización global en los precios del petróleo y han hundido en la incertidumbre al dólar.
«El hecho de que tengamos este grandioso poder militar no significa que tengamos que utilizarlo, no queremos usarlo», dijo.